Quedó inmortalizado.
Su nombre es August Landmesser y fue admitido en el equipo de combate nazi en 1930, cuando la ideología de Adolf Hitler cobraba más vida que nunca.
Se hizo históricamente famoso por negar el saludo nazi como se puede apreciar en esta icónica postal, pero tenía razones de sobra para ir en contra del líder de ese entonces.
Dale un vistazo a su historia:
Durante la botadura de un buque de la marina alemana…
Una multitud de personas se congregó en Hamburgo, mientras todos levantaban su brazo para hacer el saludo nazi, uno de ellos se quedó con sus brazos cruzados.
Este alemán fue expulsado del partido radical en 1935.
Por contraer matrimonio con una mujer judía, Irma Eckler… Fue acusado de traición bajo las Leyes de Nuremberg y posteriormente huyó con su esposa en busca de refugio en Hamburgo.
La pareja tuvo dos hijas…
Y fue por ello que lo encarcelaron en la prisión de Landmesser, bajo el delito de “deshonrar a la raza”… Muy poco se sabe de la esposa Irma Eckler, pero se cree que fue detenida por la Gestapo y metida en la prisión de Hamburgo y sus hijas (Ingrid e Irene) fueron posteriormente separadas.
Landmesser salió de prisión en 1941.
Y fue alistado para combatir en la segunda guerra mundial, al poco tiempo desapareció y fue declarado como fallecido ante la ley.
Una de sus hijas, Irene:
Quien se crió completamente separada de la familia, escribió la historia de su familia en 1996 para revelar al mundo moderno este desgarrador cuento… Varios blog de fanáticos del tema han rescatado su historia y puesto en descubierto otra más de las tristes experiencias que vivió el mundo para ese entonces.