Algunos países prohíben aquello que para nosotros es normal y legaliza acciones que para nosotros son descabelladas. Aquí una lista con algunas de ellas.

1. Conducir un tanque en Inglaterra

Realmente no es el único país en el que puedes conducir un tanque, en Estados Unidos hay varios lugares en los que quienes pueden permitírselo tienen permitido hacerlo y hasta aplastar coches dentro de un circuito cerrado.

La diferencia es que en Inglaterra es legal conducirlos por la carrretera e ir adonde te apetezca con él. La única norma es que se debe desactivar el armamento y tener orugas de goma, por lo que la gente se aprovecha de ello y monta negocios en los que el tanque hace de limusina o taxi para impresionar a los demás en eventos.

2. Ser un dragón en Rusia

Realmente puedes decir que eres un dragón en todos los países del mundo, aunque quizás piensen que estés loco en la mayoría de ellos y acaben por no respetar tu decisión. Esto no pasa en Rusia, allí puedes forzarles a que te acepten como el dragón, marciano, Jedi, romano o cosaco que tú quieres ser.

Esto ocurre desde 2002, año en el que se permitió que los ciudadanos se inscribiesen en el censo como pertenecientes a la raza, especie o planeta que ellos creyesen oportuno. Esto fue positivo ya que en el sur del país muchas personas se identificaron como cosacos, una etnia real que ni siquiera aparecía antes como opción.

Según el censo de 2010 Rusia cuenta con un importante número de Jedis, los jóvenes suelen identificarse como elfos y jóvenes y los más adultos como marcianos.

3. Tener un lanzallamas en Estados Unidos

En Detroit, Michigan, empezaron a venderse lanzallamas para uso doméstico por “solo” 900$. Estos aparatos son de tamaño menor a los comunes, pero aún así los medios internacionales rechazaron que se pusiese un arma así en manos de los ciudadanos.

A pesar de que tiene un alcance de siete metros, el ejército estadounidense aclaró que no es legal que se utilicen en público y que la finalidad del lanzallamas es la de quitar malas hierbas, nieve, colmenas de abejas y encender fogatas o parrilleras, siempre en el entorno del hogar.

Aquí os dejo un vídeo de demostración del lanzallamas:

4. Robar obras de arte en Holanda

En Holanda puedes robar obras de arte (y con ello no os estoy incitando a hacerlo) y no necesitas recurrir al mercado negro para venderlo y sacarte un dineral. En este país solo necesitas tener paciencia y esperar 20 años después de los cuales la obra pasa a ser tuya. Esto ocurre porque el estatuto de limitaciones para la propiedad robada pierde su vigencia y simplemente lo robado pasa a pertenecer a quien lo tenga entre sus manos.

El único problema de robar obras de arte en Holanda, además de el de ser un delincuente, es que es sumamente complicado hacerlo. Una vez te arresten, y si se trata de una obra importante, debes asumir que en menos de 30 años no saldrás de la cárcel. ¿Vale la pena el riesgo?

5. Casarte con tu perro en India

A veces el amor por los animales llega a límites insospechados, tales que llevan a que casarse con ellos sea legal.

Esto ocurre en India, donde puedes casarte con el animal que quieras, no solo con perros, a pesar de que esta sea una elección muy popular.

La idea surgió porque un hombre, después de apedrear y colgar a dos perros, se arrepintió y decidió que lo mejor para frenar las enfermedades a modo de maldición que tuvo después de hacer semejante salvajada, era casarse con un perro.

6. Vender un riñón en Irán

Irán es el único país en los que es legal vender un riñón para superar problemas económicos. Es un acto peligroso, por lo que la mayoría de las personas que deciden hacerlo es por necesidad para subsistir.

Cada riñón suele ser vendido por 4000$ – 7000$, de manera que una parte es pagada por el paciente que lo recibe y la otra parte por el Estado y así pueden recibir el órgano necesitado por mucho menos dinero que si lo comprasen en el mercado negro, donde puede llegar a costar 160000$.

Los alrededores de los hospitales llegan a transformarse en un mercadillo de órganos con carteles llamativos por las paredes, compitiendo por ver quién ofrece el mejor riñón.

De esta manera, en Irán ya no hay escasez de órganos y se han reducido las listas de espera, la única norma que existe es que no puedes ser extranjero.

7. Caminar por el “carril de enganchados al móvil” en China

En la ciudad de Chongqing, en China, ya tienen su propio carril para adictos al móvil, para evitar atropellos y choques entre los más de 29 millones de personas que viven en ella.

Los carriles aparecen señalizados con un dibujo de un smartphone y letras en chino y en inglés, y han sido aplaudidos por los millones de usuarios que no levantan la cabeza del teléfono al caminar por ellos, ya que antes la zona era un punto negro de la ciudad por los accidentes y atropellos.

En cambio, esta iniciativa basada en un experimento hecho en Estados Unidos, también ha sido criticada por incentivar a que quienes ya son adictos al móvil lo sean más al poder usar esta tecnología sin parar y sin riesgos.