María Inés Cándido da Silva, una camarera de 36 años de edad, de la ciudad brasileña de Rusas, sufrió un infortunado accidente: Su cuerpo fue mutilado por la explosión de un cilindro de gas, dejándole enormes quemaduras en los brazos y el cuello.
La situación no pintaba nada bien, pero un equipo de médicos le sugirió a María una novedosa alternativa, nunca antes utilizada, la cual ella aceptó sin pensarlo dos veces. Para acelerar la curación de sus quemaduras, los médicos decidieron utilizar piel de pescado, en lugar de los métodos tradicionales.
Hoy María recuerda aquellos terribles días, mientras se encontraba en la cama del hospital, como estaba dispuesta a hacer cualquier cosa, con tal de aliviar su sufrimiento. Poco tiempo después, ella no podía creer que sus heridas pudieran sanar tan eficientemente…
Esta camarera de Rusas no ha sido la única en beneficiarse de esta novedosa técnica. La piel de pescado ha sido de mucha ayuda para otras 50 personas. Todas ellas, por cierto, también se recuperaron muy bien, gracias al tratamiento…
Los especialistas utilizaron la piel de tilapia. Antes de su uso, a la piel se le eliminan las escamas, la fibra muscular y las toxinas. De esta manera, es totalmente segura, y no transmite ninguna enfermedad.
Los médicos colocaron la piel de pescado sobre la cara, el cuello y la mano izquierda de la mujer, durante 11 días.
Su mano derecha fue más difícil, debido a la profundidad de sus heridas. Allí, los médicos tuvieron que trabajar durante 20 días. Por supuesto, los inusuales «parches» debían cambiarse varias veces al día.
La propia paciente dijo haberse sentido como un personaje de ciencia ficción, durante el tratamiento. La efectividad de esta técnica se debe a una proteína del pescado, que acelera la regeneración y la cicatrización de la piel.
Sin el «parche» de tilapia, la piel de María habría demorado mucho más tiempo en sanar las quemaduras. ¡Y las cicatrices resultantes habrían sido mucho peores! El siguiente video te mostrará los detalles de este tratamiento.
Hoy en día, gracias a la piel de pescado, María se siente igual que antes. ¡Sus quemaduras ya no le molestan, por lo que la mujer ha podido volver a su vida normal!