Un fanático ruso de los tatuajes le dio una serie de analgésicos a su gato esfinge llamado Demon para hacerle una serie de tatuajes “gangster”, y ahora los activistas animales están avergonzándole.
“Claro que me da pena hacérselo. No es como si él mismo lo quisiera. Tiene una piel diferente, así que hay que hacerle tatuajes de forma distinta,” dijo Aleksandr. “Espero que no sea demasiado malo para él, no es su primer tatuaje. Normalmente se recupera de la anestesia bastante deprisa.” Los tatuajes son una torre de prisión, un juego de cartas y un cigarrillo… tatuajes que se suelen hacer los criminales en Rusia.
Elizabeth Skorynin es la jefa de un centro de rehabilitación animal, y afirma que los gatos esfinge tienen una piel muy sensible y cualquier pequeña herida puede causarles dolor e incomodidad. Por no mencionar que la anestesia es mala para los esfinges y que la media de supervivencia es de un 50% lo que convierte el caso en una cuestión de maltrato. Sin embargo, Aleksandr Purtov, un tatuador local, defiende el caso diciendo que hace muchos años era normal que los granjeros tatuaran a los animales, y por ello no hay razón para que ahora sea considerado poco ético.