Tylah Durie, de 16 años, solo quería oscurecer un poco sus cejas y pestañas. Es por esto que decidió teñirlas y luego de hacerlo, quedó muy contenta con el resultado. Era justo el tono que quería. Solo 30 minutos después se daría cuenta del grave error que había cometido y que pudo haberla matado.
La adolescente de Victoria supo que algo había salido mal en muy poco tiempo, cuando la piel alrededor de sus ojos comenzó a enrojecerse e irritarse, según informó el Daily Mail.
Muy pronto, su aspecto era parecido al de un sapo.
“Cuando me desperté estaba casi ciega por la reacción, mis ojos se habían hinchado como globos gigantes, y estaba llorando y gritando”.
Pronto sus ojos se cerraron casi por completo, y Tylah no podía ver prácticamente nada por todo el pus que generaban.
Y justo cuando pensó que nada podía empeorar, fue cuando comenzaron a salir pequeñas ampollas alrededor de sus ojos. Pronto, sus pestañas y cejas se empezaron a caer.
Una vez hospitalizada, los doctores le explicaron a la joven que tenía una letal alergia al PPD, un químico presente en la tintura que había utilizado para oscurecerse las cejas y pestañas.
“Pensé que no habría problema, ya que no había sufrido ninguna reacción alérgica al teñir mi cabello en el pasado, pero esas tinturas no tenían PPD”.
Los doctores le aseguraron a la joven que tuvo mucha suerte al no quedarse ciega y que el químico incluso podría haberle costado la vida.