Sus implantes de silicona parecían inofensivos, 10 años después fueron una total PESADILLA

Actualmente es casi de conocimiento general que los implantes de silicona deben reemplazarse cada cierta cantidad de años. Supongo que la mayoría conocemos a alguien que se ha puesto, y por eso de a poco el tema ha dejado de ser tabú. Sin embargo, aún hay personas que circulan con implantes con más de 10 años en su cuerpo y que debieran consultar a su médico si todo anda bien o requieren de un “cambio”.

Captura-de-pantalla-2017-02-14-a-las-3.22.52-p.m.-2

Eso es lo que debió haber hecho Annette Stevens, de 48 años, quien no entendía porque sentía tantos malestares. Sufría de náuseas, dolores agudos, palpitaciones al corazón, pérdida del aliento y caída del cabello.

Todo lo explicaba con un desajuste de su glándula tiroides, aunque la verdad es que en su interior los implantes de silicona que se puso en 2002 estaban prácticamente podridos.

“Al principio estaba en negación, no podía aceptar que mis implantes eran la causa de años de dolor y sufrimiento. Pero todo eso cambió cuando hablé con una amiga que tiene implantes hace 20 años”.

-Annette Stevens, citada en el Daily Mail-

Annette cuenta que se puso los implantes el 2002 para pasar de una talla de sostén 36A a una 36C. La idea, además, era aumentar el volumen de sus senos, que había “caído” luego de amamantar a sus hijos.

Captura-de-pantalla-2017-02-14-a-las-3.23.19-p.m.-2

La operación salió bien -le costó 6.800 dólares- y fue hecha con implantes de tipo Silimed, que en ese momento estaban aprobados en Reino Unido. Actualmente, la marca fue suspendida y prohibida debido a deformaciones en sus cápsulas.

Claro que lo que le pasó a Annette no fue una deformación de la cápsula en que viene la silicona, sino que el producto mismo comenzó a pudrirse en su interior e incluso tuvo una fuga a su corriente sanguínea.

“Mis implantes estaban envenenando mi cuerpo y era una situación de vida o muerte (…) sabía que mis implantes estaban en mal estado y que si los hubiese dejado un poco podrían haberse roto y matarme”.

-Annette, citada en el Daily Mail-

Captura-de-pantalla-2017-02-14-a-las-3.23.36-p.m.-2

Por mucho tiempo Annette pensó que sus síntomas eran por problemas a la tiroides, pero cuando una amiga que tuvo una ruptura de sus implantes le contó que debía cambiarlos cada ciertos años, todo le hizo sentido.

Annette viajó a Holanda y pagó 7.400 dólares para que un doctor removiera sus implantes.

Captura-de-pantalla-2017-02-14-a-las-3.22.59-p.m.-2

“Afortunadamente no se habían roto, pero si se hubiesen quedado allí más tiempo las posibilidades son que se hubiesen roto y me hubiesen matado, estaban desinflados y la capa exterior había comenzado a romperse”.

-Annette Stevens-

La mujer quiere contar su historia y mostrar los efectos de su operación para concientizar a otras mujeres que se han sometido a esta intervención a cuidar sus implantes y seguir las órdenes de los doctores.