La atacante sólo se detuvo cuando alguien le dijo “déjala, creo que está muerta”.
Emily O’Reilly tiene sólo 16 años, sufre de autismo (Asperger) y hace muy poco tuvo que sobrevivir al episodio más horrible de su corta vida: un ataque de parte de otra chica que la dejó ensangrentada e internada en el hospital. El ataque, según reportó el portal británico Metro, fue totalmente inesperado y no hubo ningún tipo de provocación de su parte. Emily iba camino a casa de una amiga cuando fue abordada por una chica quien la tomó del cabello, la golpeó y pateó y finalmente estrelló su cabeza contra el pavimento. El motivo habría sido el deseo de la agresora de robarle su teléfono.
Emily quedó tendida en el pavimento e inconsciente. Cuando finalmente recobró la conciencia se dio cuenta de que ni su brazalete ni su teléfono estaban, habían sido robados. Como pudo corrió a un pub cercano y pidió ayuda allí.
Según lo que ella contó, la chica que la agredió no era una desconocida. Aunque no eran amigas, Emily la conocía de vista:
“Me di vuelta y vi a esta chica que conocía. Me exigió que le pasara mi teléfono y me golpeó en la cabeza. Me metí el teléfono en el bolsillo de mi pantalón pero ella me bajó los jeans y me quitó el teléfono y también mi brazalete Pandora. De la nada estaba en el suelo y ella me estaba pateando. También recuerdo que me golpeó mucho”.
Al correr al pub, Emily vio a su agresora a lo lejos, quien se acercaba con un grupo de personas, posiblemente a seguir golpeándola. Según ella, una amiga de la agresora le había asegurado que Emily estaba muerta, razón por la que probablemente se acercaron al lugar donde la adolescente había quedado tendida.
“Igual vinieron a buscarme. Me dejó muy asustada, no quiero volver a salir”.
Su rostro quedó tan desfigurado después del ataque, que su madre aseguró que había sido incapaz de reconocerla cuando la fue a ver al hospital.
“No podía creer que alguien le pudiese hacer algo como esto a otra persona. Quiero que la gente vea estas imagines y vean el impacto que estos ataques pueden tener y que la violencia no es la respuesta. Ni siquiera puede abrir su ojo, se la pasa llorando pero las lágrimas no se ven debido a la hinchazón. Su rostro ha quedado desfigurado permanentemente y como su madre, me rompe el corazón verla así. Uno nunca piensa que esto le pueda pasar a sus hijos”.
La sospechosa, también de 16 años, fue arrestada y será juzgada en los próximos días.