En el siglo XXI, en el cuerpo humano todavía hay órganos cuyas funciones no son conocidas por completo, ni siquiera por los científicos.
Te contamos sobre aquellos de los que habrás oído alguna vez algo, pero no sabías muy bien por qué son necesarios.
La epífisis cerebral
Esta glándula produce la hormona melatonina. Su proceso necesita de la oscuridad y regula los ritmos circadianos.
Algunos peces, anfibios y reptiles, en el lugar de la glándula pineal tienen un ojo en la coronilla, llamado tercer ojo. Éste detecta la intensidad de la luz, pero no produce ninguna imagen. Tiene una retina y un análogo del cristalino, y su función es similar a la de la glándula pineal humana: la regulación de los ritmos circadianos.
Es posible que, cuando en el ámbito del esoterismo mencionan el tercer ojo, se estén refiriendo a la glándula pineal. Pero la epífisis de los humanos ya no tiene función similar a las de la vista.
El coxis
Mucha gente sabe que el coxis es la cola rudimentaria, sin embargo tiene muchas funciones importantes. Sirve para fijar muchos músculos y ligamentos, necesarios para el funcionamiento del intestino y el sistema urogenital.
Además, el coxis juega un papel fundamental al distribuir la carga física cuando cambia la posición del cuerpo.
El apéndice
En los animales herbívoros, las bacterias que habitan en el apéndice participan en el proceso de digestión de la celulosa. Los humanos lo tienen reducido. Lo malo sucede cuando el apéndice se inflama y entonces tendrá que ser extraído inmediatamente. Por lo tanto, durante mucho tiempo en EE.UU. fue una norma habitual extraer el apéndice a todos los recién nacidos. Resultó que, después de esto, los niños sufrían un tardío desarrollo físico y mental, y enfermaban más a menudo.
El apéndice es una especie de “granja” para las bacterias beneficiosas que viven en nuestros intestinos. Las personas a quienes se les ha extirpado, sufren más para recuperarse de una intoxicación y sus defensas bajan.
Las amígdalas (tonsilas)
Las amígdalas son una agrupación de tejido linfoide situadas en la nasofaringe. Ellas nos protegen de las bacterias y virus que respiramos a diario en grandes cantidades.
A veces, debido a una larga inflamación de las amígdalas, ellas mismas se convierten en un foco de infección, en lugar de proteger el cuerpo. Entonces, el médico puede aconsejar extraerlas.
La función inmunológica de las amígdalas todavía no está clara por completo.
Los pezones de los hombres
Su aparición está relacionada con el hecho de que, justo después de la concepción, el cromosoma Y está inactivo, y todos los embriones empiezan a desarrollarse de manera similar. Sólo en el segundo mes de desarrollo embrional se ponen en marcha los genes. Entonces, las glándulas sexuales primarias de los futuros hombres se convierten en los testículos y comienzan a producir las hormonas sexuales masculinas. Debido a su actividad, en el cuerpo se generan muchos cambios. Pero los pezones ya no desaparecen.
El bazo
Incluso Galeno consideraba el bazo un órgano “lleno de misterios”. Su función no se entiende completamente, sin embargo, éstas son las principales:
- Produce linfocitos y anticuerpos.
- Destruye los glóbulos rojos viejos, cuyos restos se dirigen al hígado.
- Es un deposito de la sangre que se libera con ejercicios físicos.
Senos paranasales
El consenso acerca de sus funciones aún no existe. Según diferentes versiones, los paranasales:
- Disminuyen la masa relativa de los huesos craneales.
- Participan en la formación de la voz, funcionando como un resonador.
- Durante un trauma, funcionan como un parachoques.
- Calientan y humedecen el aire inhalado.
Timo (órgano linfoide)
El timo genera células T que combaten los virus y las infecciones. Ademas, lo más intenso pasa en los primeros 2-3 años de vida, y luego comienza a desvanecerse su función. A los 30 años, desaparece casi por completo y en los ancianos, el timo ya no deja rastro. Tal vez, por eso, el timo recibe el nombre de glándula de la juventud.
Órgano de Jacobson (vomeronasal)
Este órgano está perfectamente desarrollado en los animales. Con él reconocen las sustancias volátiles que no pueden percibirse por el olfato ordinario. También, con su ayuda, los animales captan las feromonas. Tal vez… ¿has notado que tu gato huela algo con la boca abierta? Esto se debe al hecho de que tiene el órgano vomeronasal en el paladar.
Los seres humanos también tenemos este órgano, pero está mucho menos desarrollado y luce como un pequeño hueco en la cavidad nasal. Todavía no está claro si realiza o no algún tipo de función.