Hoy exponemos el caso de un matrimonio de Indiana que decidió cambiar radicalmente su físico, y ahora ambos lo han conseguido con mucho esfuerzo. Ella se llama Lexi Reed y pesaba 218 kg cuando se casó con Danny, quien llegó a pesar 127 kg.
¡No te pierdas su historia a continuación!
“Siempre tenía miedo de romper muebles al salir a comer, la gente nos miraba fijamente. Nunca comíamos verduras y nunca intentábamos estar sanos. Todo lo que comíamos era frito o de un restaurante de comida rápida”, ha explicado Lexi.
“Consumíamos 4000 calorías al día fácilmente, no sabíamos donde parar. Año tras año, me fijaba el mismo propósito para Año Nuevo y nunca lo seguía, pero enero de 2016 fue diferente y nos metimos en ello”.
“Cuando empezamos a salir, engordamos mucho juntos. La mayoría de días íbamos a un buffet chino y comíamos tres o cuatro platos cada uno antes de llegar a casa y pedir comida para llevar”.
“Mi tamaño controlaba mi vida y también afectaba mi salud. Tenía dificultades para respirar y estoy muy segura de que estaba en estado pre-diabético, la gente no entiende lo duro que es tener sobrepeso”.
“Un día no pude entrar a un parque temático porque era demasiado grande como para encajar en las atracciones, fue muy humillante”.
“Pero cuando pusimos nuestra mente en ello, el peso empezó a bajar. Desde entonces he perdido 107 kg y Danny 32”.
“Danny y yo todavía trabajamos duro cada día, nuestro camino no ha acabado aún, pero ni en un millón de años habríamos pensado que llegaríamos a donde estamos ahora, es increíble”.
“En enero de 2016, mi mejor amiga me desafió a no salir a comer durante 30 días, no podía comer comida basura y por una vez hice caso, y también lo hizo Danny. Desde entonces, fue mucho más fácil mantenerlo”.
“Lo empezamos todo desde cero en casa: encontramos formas alternativas de comer lo que nos gustaba, así que igualmente comíamos pizza, pero era una opción sana.
“Creo que eso fue lo que lo hizo más fácil, no sentíamos que nos despojábamos de nuestros platos favoritos”.
Además de seguir la dieta, la pareja iba al gimnasio cinco o seis veces a la semana, y Lexi asistía a clases de Zumba regularmente.
Ahora Lexi pesa 111 kg, mientras que Danny pesa 97 kg.
“Ahora intento consumir 1.500 calorías al día, pero la ingesta de Danny es más alta que la mía”.
“Queremos animar a las personas, es posible cambiar tu vida con una dieta y ejercicio. No necesitas un entrenador, ni cirugía, ni gastarte una fortuna en comida saludable o suplementos”.
“Solo te necesitas a ti mismo, trabajar duro y determinación. Los pequeños cambios se suman hasta grandes resultados”.
¿Qué piensas de esta pareja?