La fotógrafa de 23 años pasó más de 3 años registrando la vida de personas con trastornos alimenticios.
Los trastornos alimenticios se han convertido en un verdadero ícono de la generación, en donde el aspecto físico pareciera prevalecer antes que todo. Y es que los inalcanzables e irrisorios estándares actuales de belleza han modificado severamente los ideales anteriores, estableciendo la delgadez extrema como símbolo de belleza.
Lo que ha provocado que las dietas extremas, las píldoras milagrosas y las cirugías plásticas estén delimitando nocivamente la vida de los jóvenes, en especial de las adolescentes, quienes se ven sobrepasadas por los tipos de cuerpo que se han vuelto tendencia en los últimos años.
Por lo que no es algo fuera de lo normal que los desórdenes alimenticios se hayan masificado de forma apresurada por la población de jóvenes. La presión social que se genera de forma tácita por vernos perfectos y lucir igual como las celebridades, imposibilita que lleguemos a desarrollar el amor propio.
Una fotógrafa austriaca quiso retratar la vida de quienes deben lidiar día a día con algún trastorno alimenticio, a través de explícitas y crudas imágenes que revelan el lado más oscuro de quienes lo padecen. Su nombre es Mafalda Rakos y tiene 23 años.
Durante un año, Mafalda buscó personas con trastornos que aceptaran ser retratadas por ella, pero no tuvo suerte. Por vergüenza y temor a ser socialmente humillados, decenas de personas rechazaron su petición, hasta que dio con un grupo de personas que se prestaban ayuda mutua para salir de la brutal situación con la que deben lidiar de forma diaria.
La obra titulada “Quiero desaparecer” fue efectuada desde el año 2013 hasta el 2015, en donde Mafalda convivió con quienes, en su mayoría, arrastran este tipo de trastornos desde su niñez.
“Quiero desaparecer intenta retratar los mundos de las personas que sufren de un desorden alimenticio o que ya la han superado. Traté de evitar la reproducción de reproducciones estereotipadas y en lugar de eso, me centré en las narrativas y experiencias de los protagonistas que contribuyeron a este compromiso personal. La anorexia, la bulimia y los fenómenos se hacen cada vez más extendidos”.
“De acuerdo con ANAD, hasta 70 millones de personas sufren actualmente de algún trastorno alimentario. El aumento de la conciencia del cuerpo, los irreales ideales de belleza, la dieta y el gimnasio se han convertido en un sólo concepto, que ha provocado que las personas jóvenes se sientan inseguras de sí mismas y de su apariencia”.
“Junto con las mujeres y niñas que estuvieron dispuestas a compartir su experiencia, mi objetivo es establecer una perspectiva diferente sobre el tema. Por lo tanto, no sólo no tomo fotografías de mí misma, sino que también llevé a cabo largas entrevistas, y recogí dibujos, escritos e imágenes de los protagonistas”.
Las imágenes se convirtieron posteriormente en un libro que busca visibilizar la realidad que muchos viven en silencio y también con el deseo de establecer que ser extremadamente delgada sí es un problema.
A través de la crudas imágenes, la fotógrafa busca instaurar el tema como un fenómeno más que una enfermedad que afecta actualmente a la población más joven del mundo, ya que a pesar de que sólo un porcentaje menor la padezca, todo podemos relacionarnos con el sentimiento de baja autoestima.