Cuando las mujeres empezaron a trabajar fuera de casa, la mayor parte desarrollaba trabajos de secretaria en una oficina. Aunque pueda parecerlo, no era nada sencillo. A menudo trabajaban muchas horas para ayudar a sus jefes, y les pagaban muy poco. Echando un vistazo a sus testimonios y a la información de los cargos que desempeñaban las mujeres en los años 50, nos damos cuenta de que su perseverancia y su lucha es de admirar.
Estos son algunos de los requisitos que se les pedían y las normas que tenían que cumplir las mujeres en las oficinas en los años 50
1. Nunca esperar un ascenso
Un chico podía empezar desempeñando un cargo bajo en una oficina y poco a poco ir subiendo de puesto. Una secretaria empezaba como secretaria, y siempre iba a a ser así.
2. Ser la sombra de su jefe
En todo momento tenían que saber dónde estaban, qué hacían, cuáles eran sus próximas citas… Sin estorbar, pero siempre omnipresentes.
3. Abstenerse de hablar de una misma
Incluso aunque alguien le tirara de la lengua preguntándole qué tal había pasado el fin de semana o las vacaciones, podían revelar muy poco. Debía cambiar el tema de conversación o simplemente volver al trabajo.
4. Evitar los chismes y cotilleos
Sin duda, una de las normas más difíciles de cumplir, incluso por aquel entonces. Lo veían y lo sabían todo, pero no podían comentar nada con nadie.
5. Ocultar el aburrimiento
Todos hemos tenido un cliente o un compañero que nos cuenta su vida y no calla nunca, pero en general encontramos la forma de excusarnos amablemente. En estos tiempos, la secretarias estaban instruidas para sentarse y mostrar interés por la conversación.
6. Abstenerse del sarcasmo
Obviamente, nadie debería ser sarcástico con su jefe, pero en esta época estaba especialmente mal visto ser grosera con sus superiores masculinos.
7. Mantener una voz agradable
No sólo tenían que estar atentas y evitar cualquier tipo de sarcasmo, su voz además debía se ser agradable y bien modulada. Y por supuesto, jamás elevar el tono, especialmente a su jefe.
8. Mantener una excelente postura
Esta sugerencia era una recomendación incluida en el programa de entrenamiento de las secretarias como beneficioso para la salud. Sin embargo, también se mencionaba que era esencial para la belleza.
9. Nunca pendientes largos
La mayoría de las agencias destacaban la modestia de las mujeres que trabajan en oficinas de cara al público, lo que significaba nada de joyas ostentosas.
10. Ser exigente con la apariencia
Variaba en función a la zona y la agencia, pero en general se prestaba mucha atención al aspecto físico, y este era tan importante como lo buenas que fueran en su trabajo. Las mujeres debían cuidar su piel, la higiene y utilizar un maquillaje adecuado.