José Antonio es un indigente que desde hace 25 años vive en la calle. Durante todo ese tiempo residió en diferentes barrios, pero habituado en un último lugar, comenzó a trabajar como cuidador de coches. Así fue como conoció al dueño de un salón de belleza, quien después de verlo diariamente le propuso un polémico desafío.
José Antonio tenía un aspecto andrajoso debido a las limitadas posibilidades que le ofrecía su calidad de vida. Su cabello canoso llegaba por debajo de sus hombros, al igual que su descuidada barba. Fue entonces que el estilista le ofreció la posibilidad de hacer una transformación en su manera de verse y él aceptó sin imaginar el impacto que le causaría el cambio.
El estilista comenzó la transformación junto a un equipo de profesionales de su propio salón de belleza. En primer lugar, José se prestó a que cortaran su cabello y lo tiñeran de marrón oscuro. Después lo peinaron y recortaron su barba y completaron la transformación con un cambio de vestuario.
El cambio fue tan impactante, que el propio José Antonio al verse no pudo contener las lágrimas. “No me reconozco”, expresó ni bien presentaron un espejo ante él.
