7 Cosas no tan obvias por las que la gente puede juzgarnos

Nuestra conducta a menudo depende de la situación en la que nos encontramos. Sin embargo, todos tenemos nuestras costumbres y peculiaridades, que muchas veces determinan la actitud de otras personas hacia nosotros.

Te invitamos a comprobar qué tan ciertos son los resultados de las investigaciones que nos explican cómo influyen ciertas cosas en la percepción que los demás tienen de nosotros.

Apretón de manos

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Las investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Alabama mostraron que, a pesar de que es difícil evaluar completamente a una persona desconocida por un apretón de manos, se puede sacar ciertas conclusiones a partir de este detalle.

Resulta que cuanto más fuerte sea el apretón, más enfocada y segura nos parece esta persona. Además, en la misma investigación se logró determinar que las personas con el apretón de manos fuerte, muchas veces son muy emocionales y sociales.

Malos hábitos

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Muchas veces no podemos controlar hábitos como enrollar el cabello en un dedo, tocarse la cara y acciones similares.

Según las investigaciones llevadas a cabo en la Universidad de Michigan, las personas que tienen hábitos “nerviosos”, tienden a ser perfeccionistas y básicamente nunca pueden relajarse por completo. Además, estos hábitos se intensifican si las personas sienten tristeza, cansancio o están aburridas.

Si tienes mascotas

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La profesora de psicología Denise Guastello de la Universidad de Carroll, Estados Unidos, llevó a cabo una investigación entre seiscientos estudiantes, una parte de los cuales calificó como amantes de los gatos, y otra como amigos de los perros.

Resultó que las personas que prefieren a los perros son más activas, sociales y enérgicas. Aquellas que prefieren a los gatos, por lo general, son introvertidos y sensibles. Los amantes de los perros, por lo general, siguen las reglas, mientras que los que prefieren a los gatos, en la mayoría de los casos, no son conformistas.

Por lo tanto, si es la primera vez que ves a una persona, fíjate bien si su ropa tiene algunos pelos de mascotas, tal vez esto te ayude a saber mejor cómo comunicarte con ella.

Contacto visual

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Según los datos obtenidos durante la investigación de Adrian Furnham, las personas que durante una conversación buscan establecer el contacto visual, no solo se perciben como más positivas sino también como más sinceras y honestas.

Además, un contacto visual largo habla de la extraversión, y uno corto, de la introversión de tu interlocutor. Las personas que pueden mantener un contacto visual largo, son más seguras de sí mismas y tienen una vida social más intensa.

Cómo tratas a los meseros

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La manera de tratar a los meseros y a otras personas que trabajan en el servicio al cliente, puede decir mucho sobre tu interlocutor. Si la persona trata con cortesía a aquellos de quienes depende y es grosera con los que ocupan un puesto inferior al suyo, esto indica que tiene mala actitud hacia todos en general.

Incluso existe la “regla del mesero” no escrita, formulada por varios empresarios importantes. Uno de ellos contó que un día en una entrevista que se llevó a cabo en un restaurante, le negó el trabajo a la persona que le hablaba muy bien pero que fue grosera con el camarero.

Puntualidad

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Las personas que llegan tarde a un encuentro crean una mala impresión desde el principio. En realidad, el motivo de la tardanza puede ser su percepción del tiempo diferente a la tuya.

Sin embargo, si se trata de las tardanzas crónicas, lo más probable es que sea una persona del tipo “B“. Según las investigaciones, esto significa que son tranquilas, lentas, equilibradas y poco ambiciosas, mientras que las personas del tipo ”A” son ambiciosas, activas y más propensas a enfocarse en su carrera.

Usar el móvil durante una conversación

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Tal vez no hay nada más irritante que un interlocutor que revisa algo constantemente en su smartphone. Esto crea la sensación de que la persona está poco interesada en la conversación y en su interlocutor.

Además, los científicos de la Universidad de Elon determinaron que revisar constantemente el móvil durante una reunión no deja que la persona se concentre plenamente en la conversación y que entienda a su interlocutor.

Otra investigación mostró que las personas que revisan todo el tiempo su correo electrónico o sus redes sociales, son emocionalmente poco estables y subconscientemente intentan levantar sus ánimos.