En 2014 en Orville, Ohio, arribaron al mundo dos preciosas gemelas. Llegaron, compartiendo la condición que solo se da en 1 de cada 10.000 embarazos gemelares.
Jenna y Jillian Thistlethwaite compartían la placenta y el saco amniótico. Pero no era eso lo que atrapó la atención del mundo. Lo insólito estaba en que, momentos al nacer, apenas 45 segundos de diferencia, las niñas se aferraron con fuerza la una a la otra.
Desde su nacimiento, las hermanitas no querían ser separadas. ¡Y hoy, dos años después, siguen igual!
En mayo de 2014, las gemelas Jenna y Jillian Thistlethwaite llegaron a este mundo agarradas de la mano.
Ambas compartían el mismo saco amniótico y la placenta en el útero de su madre. Esta condición poco frecuente se da en alrededor del 1% de los embarazos de gemelos monocigóticos y en 1 de cada 50.000 embarazos.
Nacieron con 45 segundos de diferencia, y tan pronto pudieran estar cerca la una de la otra, las hermanas estrecharon sus manos.
«Mi corazón se derritió, cuando las vi en aquel momento», — comenta su madre, muy emocionada.
«Hasta mi marido tenía lágrimas en los ojos. La verdad es que nadie en la habitación tenía los ojos secos.»
Han pasado dos años desde aquel momento, pero en la vida de las pequeñas no ha cambiado nada.
Jenna y Jillian siguen inseparables…
¡Que los gemelos mantienen un vínculo especial, es algo que no tiene discusión!
Jenna y Jillian son la indudable prueba de ello.
Estas preciosas gemelas, junto a su hermano mayor, han llegado para alegrar la vida de sus padres.