La estrella de “Fast and Furious” Paul Walker adoraba a su hija Meadow. Rodeaba a la niña con cariño e incluso se hizo un tatuaje con su nombre.
Desafortunadamente, cuando la niña tenía 15 años, el actor falleció y no pudo ver cómo creció su hija.
Hoy decidimos hablarte sobre Meadow: no solo creció muy bella sino también sigue siendo una niña buena.
Meadow Walker nació en 1998. Los aficionados de “Fast and Furious” conocen su nombre porque Paul la mencionaba casi en cada entrevista.
La mamá de la niña, Rebecca Soteros, a pesar de que no vivía con Paul Walker, le confiaba plenamente su crianza. El actor decía que Meadow era su mejor amiga e intentaba dedicarle todo su tiempo libre.
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Hace poco Meadow celebró su cumpleaños número 18. Según las fotos en las redes sociales, ya no es un pequeño angelito sino una hermosa mujer joven.
La chica ya tiene sus aficionados que siguen su vida y quieren hablarle a todo el mundo acerca de sus logros.
She is a natural just like her father ❤️
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El bonito rostro y la figura esbelta de Meadow a menudo atrae a los fotógrafos, quienes con gusto invitan a la chica a hacer sesiones fotográficas.
A pesar de que Meadow todavía siente un vacío tras haber perdido a su papá, poco a poco aprende a vivir una vida alegre: viaja mucho y lleva un estilo de vida activo.
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Ella no da lugar a los rumores sobre sí misma y se comporta con mucha dignidad, lo cual, sin duda, alegra a todos los aficionados de su papá.