“El hombre lobo viene a medianoche”.
Stephanie Bochorsky había llegado a casa y estaba ya echada sobre su sofá viendo televisión cuando empezó a escuchar gritos desde una casa vecina. Era una mujer y su voz era realmente desesperada. Esta policía de vocación se vistió rápido y se acercó corriendo a la casa con su credencial frente a su rostro:“¿Todo bien, señora?”
La mujer se asomó con expresión aterrada y Bochorsky jamás olvidará sus palabras:
“Le está prendiendo fuego a las niñas”.
Edward John Herbert llevaba varias horas actuando raro, persiguiendo a su esposa con un cuchillo, amenazando hacer explotar la casa. Cuando ella trató de hablarle, contestó: “El hombre lobo viene a medianoche”.
Luego le dijo que las iba a matar a ella y a las niñas. Su esposa comenzó a gritar y en eso llegó la oficial Bochorsky, justo cuando Herbert prendía en llamas la cabeza de su hija de tan sólo tres años.
Mientras las mujeres apagaban el fuego con una manta, Herbert se acercó a su hija de siete, quien tiene autismo.
La niña miraba la escena en total calma y, con la misma tranquilidad, Herbert comenzó a rociarla con gasolina.
Llamas apagadas, Bochorsky decidió sacar a las niñas y a la mujer de la casa en ese mismo instante. Estaba preparada para tener que enfrentarse al hombre físicamente, pero apenas levantó a la pequeña de siete años en sus brazos, el hombre pareció confundido y se quedó mirando la muralla como hipnotizado.
Rápidamente, Bochorsky llevó a la familia a su propia casa, desde donde llamaron a los servicios de emergencia.
Un vecino se acercó durante ese lapso a la casa de Herbert con un extinguidor. Había oído los gritos, pero encontró la casa vacía.
Cuando le preguntó al hombre qué había pasado y dónde estaba su familia, Herbert confirmó que había tratado de quemar a su hija de tres años “porque era muy hermosa”. Luego se puso violento, declarando que podía hacer lo que quisiera con ellas, porque eran sus hijas, y trató de asesinar al vecino con un cuchillo.
El vecino se defendió con el extinguidor y la policía logró intervenir antes de que hubiesen más heridos.
La oficial Bochorsky habría llorado mientras relataba a la corte lo visto en la casa.
Herbert se encuentra en prisión preventiva, pero se está considerando que sufriría de alguna aflicción mental, exacerbada por el uso de drogas.
Su hija menor sufrió quemaduras en el 13% de su cuerpo, pero la mayor no habría sufrido daño físico. Un tercer hijo que se habría encontrado escondido durante el ataque fue encontrado ileso.
La familia necesitará mucho tiempo más para recuperarse emocionalmente.
Esperemos que se haga justicia.