Internet se ha convertido en un arma de doble filo.

Es una gran fuente de información y comunicación, pero por el otro lado es una herramienta para los acosadores y pedófilos… Además, hay otras prácticas que se han puesto de moda principalmente entre los jóvenes, como el sexting (enviar fotografías propias con contenido erótico a través del teléfono celular), lo que genera que la privacidad y seguridad de ellos se ponga en juego.

Jacquie Ross, una chica de 16 años, de Carolina del Norte, Estados Unidos, troleó de la forma más épica a uno de sus contactos, Michael, durante una conversación que tenían por mensajes.

El chico le pidió una imagen de su outfit para la fiesta de graduación y ella le envió la foto de su vestido, pero ante la insistencia le mandó una foto de su rostro con mascarilla, en donde se podían ver sus hombros desnudos… Y así inició el acoso de él para tener más imágenes.

Da un vistazo:

Con Michael intercambiaba memes.

Y comenzó el acoso…

Una a una, se quitaba las toallas.

¡Y así siguió la danza de las 18 toallas!

Y él seguía insistiendo…

¡E insistiendo!

¿Y supo lo que había debajo de las toallas?

Y debajo de la bata…

¡Oficialmente el más odiado!

La historia tuvo su final, aunque no el que quería Michael… Después de la toalla debajo de la bata, sin que él se diera por vencido de lograr la foto que esperaba, Jacquie le envió una imagen oscura y le dijo que así estaba su cuarto.

Ross compartió todos los textos en Tumblr…

Recibiendo más de 63 mil notas, y luego comentó: “Mi momento favorito de todos los tiempos es cómo, oficialmente, lo odia más gente de la que hay en todo mi condado”.