Antes cualquier cosa era mucho más difícil de hacer, de eso no hay ninguna duda. Y es que, bueno, no teníamos los avances científicos y, en general, los avances sociales de los que gozamos hoy en día. En la antigüedad todo era distinto, desde la actividad más común y cotidiana, hasta cosas que pueden ser un tanto particulares.
Algunos ejemplos de estas diferencias entre el presente y el pasado se puede ver a través de lo que antes hacían las mujeres, ya sea para mantener la higiene personal, para actividades sexuales o, en fin, para todo tipo de asuntos femeninos.
¿Sabías, por ejemplo, que en el antiguo Egipto una cebolla podía servir para saber si una mujer estaba embarazada? Así es. Éste y otros tantos ejemplos han quedado grabados en la historia de la humanidad. Así que si quieres saber más sobre este tema, entonces no te pierdas estas 10 cosas repugnantes que hacían las mujeres en la antigüedad.
1. Sin lavarse las zonas íntimas
Hace aproximadamente dos siglos en Europa era raro que las mujeres lavaran sus zonas íntimas, pues de hacerlo se creía que podría quedar infértil.
También los antiguos europeos creían que estar muchas veces expuestos al agua podía provocarles daño, ya sea infecciones o síntomas raros en la piel. Por ello, la reina Isabel “la católica” sólo se dio dos baños en su vida: cuando nació y el día en que se casó.
En el antiguo Egipto las pruebas de embarazo consistían en meter una cebolla dentro de la vagina de la mujer. Si al día siguiente su boca olía a cebolla, quería decir que no estaba embarazada.
4. Métodos anticonceptivos
También en el antiguo Egipto los métodos anticonceptivos eran muy inusuales. Uno consistía en llenar la vagina de la mujer con estiércol de cocodrilo.
En la India se tenía la costumbre de hacer un rito de purificación cada que una mujer menstruaba. El rito era frotarse los dientes, hacer gárgaras, lavarse manos y pies, luego sumergirse dos veces en el río, revolcarse en estiércol y volverse a meter al río un sinfín de veces.
Ahora bien, un método para abortar en la Antigua China consistía en beber mercurio caliente y aceite con el estómago completamente vacío.
En el siglo XVII y XVIII los peinados femeninos eran muy complicados. Por eso el pelo era apilado durante horas por un peluquero que además usaba soportes especiales. Los peinados podían durar semanas y hasta meses. No sorprende entonces que las mujeres se llenaran de piojos.
Durante esos siglos, también era común utilizar como remedios para el cabello ceniza y mostaza, pues todavía no existía alguna clase de champú.
9. Cinturones de castidad
A pesar de que parece broma, en realidad existieron estas “prendas” para las mujeres de los antiguos bárbaros. ¿Se imaginan haber usado algo así?
En la Antigua Roma las mujeres usaban pieles de animales a modo de tampones.