El fotógrafo y activista Abd Alkader Habak, quien desempeñaba en Siria su labor como reportero gráfico, salvó la vida de un niño después de que una bomba impactara en una caravana de autobuses que evacuaba a los lugareños, escribe CNN.
El hombre se quedó estupefacto tras el ataque, que segó la vida de 126 personas, y, junto con sus compañeros, empezó a rescatar a los heridos en lugar de seguir tomando fotografías de lo ocurrido.
El primer niño a quien se acercó Habak ya estaba muerto. El reportero corrió hacia otro y se dio cuenta de que este estaba apenas podía respirar. El hombre tomó al pequeño en brazos para llevarlo a un área segura.
“La escena era terrible, sobre todo ver a los niños llorando y muriendo ante mis ojos. Decidí dejar mi cámara al lado y empecé a rescatar a los heridos”, aseguró a CNN.
Habak recordó que el niño sostenía su mano firmemente y lo miraba. Muhammad Alrageb, uno de los colegas de Habak, tomó una instantánea que muestra al reportero corriendo hacia una ambulancia con el pequeño en brazos.
Según explicó el propio Alrageb, tras rescatar a algunas personas, comenzó a tomar fotos para documentar los hechos con el fin de que “se depuren responsabilidades”.
Tras dejar al niño herido en manos de los médicos, Habak retornó a la escena para ayudar a otros sobrevivientes que necesitaban su ayuda. No obstante, otro pequeño al que se acercó había fallecido ya.
Desesperado, Habak sufrió un colapso emocional. Otra imagen lo muestra de rodillas sollozando cerca del cuerpo del pequeño fallecido.
“Me sentí fuertemente impactado. Lo que vimos mis colegas y yo fue indescriptible”, concluyó.