Durante 8 años, 2 mujeres mantuvieron esta foto como un tesoro. ¡La razón te pondrá la piel de gallina!

Amanda Skarpinati – una bella mujer joven de Nueva York que ama a sus innumerables amigos y la vida. Pero gracias a la cirugía plástica, nadie sabe lo que le pasó hace 38 años, cuando todavía era una bebé.

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Todo lo que la salvó entonces – le dejo esperanza y una foto. En 1977, Amanda tenía tan sólo tres meses. Los padres la pusieron sobre el mueble, y pusieron en el suelo una olla con agua hirviendo como evaporizador.

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Al salir de la habitación por un momento, escucharon gritos: Amanda se habia resbalado del mueble directamente al agua caliente. Con terribles quemaduras la niña fue llevada al Centro Médico de Albany.

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Ahi la niña conocio a una persona que siempre permanecerá en su corazón. La enfermera Susan Berger hizo mucho por esta pequeña paciente mucho más de lo que debía. Ella se encargó de la niña con mucho cariño y desinterés, siempre la llevaba en sus brazos, la calmabaa y la hacia reír cuando ella empezaba a llorar. Karl Govard tomó esta foto después de la operación.

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La bebé está totalmente vendada, pero en sus ojos brillantes hay paz y tranquilidad – el resultado de la buena atención de la enfermera. En el futuro, esta imagen será realmente un tesoro para Amanda.

Después de salir del hospital a la niña a la esperaron nuevos obstáculos.

En la infancia, los niños siempre se burlaban de Amanda a causa de sus cicatrices. Todos los días llegaba a casa llorando. Humillada por los insultos, sacó la foto de la enfermera, cuyo nombre no sabía.

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“La miraba, y hablaba con ella. A pesar de que no tenía ni idea de quién era. Inmediatamente me sentía mejor, mirando a la mujer que cuidó de mí, así, la quería, “- dice Amanda. A los 18 años, después de la cirugía plástica, la paciente prácticamente se deshace de las cicatrices. A pesar de esto, ella decide encontrar a la enfermera de la foto.

Amanda escribió su historia en Facebook, con la esperanza de que alguien le ayude a encontrar a la enfermera.

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Durante las primeras 12 horas su publicación fue vista por 5.000 personas. Un ex colega reconoció en las fotos a Susan, y las dos mujeres por fin pueden encontrarse después de 38 años. Al ver a su enfermera preferida, Amanda se echó a llorar y se lanzó a abrazarla.

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“Existes!” – repetía la chica. Susan, por supuesto, nunca pudo olvidar a su pequeña paciente. “Ella era tan valiente. Recuerdo el tiempo que la sostenía en mis brazos, – dijo la enfermera. – Ella era muy tranquila y confiada, y era tan inusual, ya que la niña tuvo que pasar por una operación muy compleja “.

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Susan se sorprendió por el agradecimiento de Amanda. “Me conmovió! – dijo con lágrimas en los ojos. – Ella siempre guardo consigo esta fotografía “. Los periodistas le preguntaron a Amanda si este encuentro sería el comienzo de una larga amistad, a la que respondió la chica: “Hemos sido amigas antes de que nos encontrásemos! Ella no lo sabía! “

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