Ella tenía 13 años.
Martaevious Santiago, de 17 años, se encontraba celebrando el cumpleaños de su hermana pequeña, de 13, cuando sacó un arma y comenzó a jugar con ella. La pistola, un modelo semiautomático, era un clásico en las fotografías que el adolescente subía a redes sociales, o al menos así lo aseguró el Daily Mail.
Todo habría ocurrido mientras Martaevious abrazaba a su hermana en la cocina. El arma habría quedado al nivel de su cabeza y él accidentalmente habría apretado el gatillo, quitándole la vida de forma instantánea.
El joven, quien vive junto a su familia en el estado de Florida, le aseguró a la policía que todo había sido un accidente, sin embargo, las autoridades lo acusaron de homicidio.
Sus familiares, por otro lado, aseguran que realmente sí fue un accidente. El chico se disculpó y su padrastro, Vernon Williams, le declaró al canal WSNV que “no se podía culpar a nadie por esto, simplemente pasó”.
“No pretendía matar a su hermana”, aseguró Shamara Perpall, amiga de la familia.
Al parecer, Santiago ya se había visto involucrado en otros casos de violencia con armas, habiendo recibido un balazo en su pierna mientras que uno de sus amigos casi había muerto después de haber sido baleado en la cabeza. Adicionalmente, hace sólo 11 meses el hermano menor de Santiago, Martwan, había resultado paralizado de la cintura hacia abajo producto de un balazo que había recibido en la columna.
Parte del problema parece ser el fácil acceso a las armas que existe en ese estado, además de la falta de regulación para que no caiga en manos de gente que no está capacitada para tener armas o menores de edad que definitivamente no tienen el criterio para acercarse a algo tan violento.
¿Qué piensas tú?