¡Cómo se atreven!
Nos gusta hacer pero no nos gusta que nos hagan, es la verdad. Pensé que cuando creciera y madurara iba a dejar de meterme dónde no me llaman, pero siendo sincera, lo sigo haciendo cuando el momento lo amerita. Apenas veo una cámara o un celular a puntando a los que están cerca, por supuesto que no a mi, y me haga la disimulada para llegar hasta allí y ser parte de la foto.
Lo cierto es que es muy molesto y nos enoja mucho cuando nos lo hacen a nosotros.
Lo único que nos puede consolar es que son realmente divertidas y espontáneas, como estos 16 casos de intrusos en la fotografía que te harán reír a continuación.