El último año definitivamente no fue el mejor para Ben Affleck. Se divorció de Jennifer Garner y sus problemas con el alcohol han tenido importantes consecuencias en su vida personal y se ven reflejadas en su aspecto.
El actor de 45 años se mostró en las calles de Los Ángeles muy desmejorado, con el rostro envejecido, canas y un aumento considerable de peso.
En marzo confesó públicamente su adicción al alcohol y contó que había pasado por una internación para poder curarse. “Es algo con lo que he tenido que tratar en el pasado y con lo que tendré que seguir enfrentándome”, relató el ganador del Oscar en su cuenta de Facebook.
Esto se sumó a su divorcio definitivo de quien fue su esposa durante diez años, la actriz Jennifer Garner, con quien tiene tres hijos. En abril informaron a los medios de su decisión, tras varios años de idas y venidas. Medios locales aseguraron que su adicción a la bebida y al juego fueron los motivos de la separación, además de algunas infidelidades de él.
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