¿Eres de los que prefiere hacer cualquier cosa antes que ir a un museo? Seguramente no sabías de la existencia del Museo Médico Siriraj, en Tailandia. Se trata de uno de los inmueble más interesantes y siniestros en todo el planeta.
Está ubicado en el departamento de medicina forense del Hospital Siriraj, el cual se encuentra en pleno corazón de Bangkok, a orillas del río Chao Praya, muy cerca de algunos de los templos más bellos de Tailandia.
Al verlo por fuera, nadie se imaginaría que guarda “tesoros” espeluznantes, como esqueletos, órganos y hasta momias. Este “museo de la muerte” está dividido en seis secciones: Patología, Forense, Historia de la Medicina Tailandesa, Parasitología, Anatomía y Prehistoria.
Sí, es educativo, pero también es sumamente macabro, por lo que no es apto para estómagos sensibles. Bueno, hasta el esqueleto del fundador del museo se encuentra en esta galería del horror. Siendo honestos, la presencia de cadáveres no debería parecernos extraña en un museo médico, pero lo tétrico radica en que abundan los fetos deformados, con enfermedades, siameses y bicéfalos.
Es difícil ver las imágenes y no sentir escalofríos, pero también te hace reflexionar acerca de la mortalidad y la espiritualidad. De hecho, hay visitantes que dejan algunos presenten en los estantes de los fetos, pues creen que sus espíritus aún están en el museo.
El “plato fuerte” de este lugar es el cuerpo de un asesino serial y caníbal llamado Zee Oui, que se encuentra momificado en una vitrina de cristal. Afirman que asesinó a varios niños para comerse sus corazones e hígados y así, hacerse más poderoso, pero fue capturado y condenado a muerte por ahorcamiento. Sin embargo, su cuerpo ha permanecido en exhibición como amenaza para aquellos que se atrevan a repetir sus crímenes.
En otras salas hay partes del cuerpo cortadas por la mitad, cuerpos de adultos con los órganos expuestos, el cuerpo de una joven que fue violada, así como decenas de armas con las que se cometieron asesinatos reales, desde cuchillos y balas... hasta ¡un dildo! Sí, alguien en Tailandia fue asesinado con uno de estos juguetes sexuales.
Pero esto no acaba aquí, en el área de Parasitología muestran los efectos que causan algunos parásitos. Incluso puedes ver el enorme escroto inflamado de un hombre que sufrió elefantiasis. Si después de ésto te quedan ganas de verlo en vivo y en directo, la entrada cuesta 5 euros y los niños entran gratis. De hecho, buscan exaltar su potencial didáctico.