Un avión desde el punto de vista de los auxiliares de vuelo y desde la mirada de los pasajeros son dos mundos totalmente distintos. Si los primeros conocen todos sus secretos, los últimos ni sospechan que existen.

Encontramos 10 consejos de azafatas de cómo viajar en avión con máxima comodidad para ti.

No te avergüences de pedir comida extra

La comida que se sirve a bordo tiene fecha de caducidad corta, ya que llega al avión ya preparada. Todos los contenedores con la comida se desechan de inmediato después de aterrizar. Por eso si sientes que podrías comer un poquito más, no te avergüences de pedir un platillo extra.

Revisa la presencia del chaleco salvavidas antes del vuelo

Es sorprendente pero es verdad: existen pasajeros que se roban los chalecos salvavidas por debajo de su asiento como recuerdo. Por eso, para mayor seguridad, antes del vuelo revisa tu asiento para verificar que el chaleco esté en su lugar.

Si a pesar de todas las prohibiciones prendiste un cigarro, usa un cenicero

Tal vez has notado que a pesar de que fumar a bordo de un avión está prohibido, en el baño existen ceniceros porque, a pesar de las multas, la gente fuma de todas maneras. Y es mejor que apaguen sus cigarillos en el cenicero que en el bote de basura lleno de papeles. Así que si de pronto te encontraste con un cigarillo prendido en la mano, usa el cenicero. Y luego paga tu multa.

Durante el vuelo sé más quisquilloso

La mayoría de las aerolíneas, al terminar el vuelo, solo realizan una limpieza “superficial”. Las mantas y las almohadas no se lavan, solo se doblan. Las charolas de comida no se lavan. Las mesas y los tapetes se limpian, pero no puedes estar seguro de que antes de ti ahí no estaba sentada alguna persona que de pronto se sintió mal.

Toma en cuenta: la puerta del baño se puede abrir desde afuera

Además de que las azafatas tienen una llave propia por si el pasajero se queda atorado en el baño, en muchos aviones el mecanismo del bloqueo de la puerta está instalado debajo del letrero “No fumar” cerca de la puerta del baño. Solo debes levantar el panel con la imagen del cigarro y mover la palanca para desbloquear la puerta.

Sé el último en entrar al avión

Si entras de último al avión, verás de inmediato cuáles son los asientos y las filas libres. Y el hecho de que la puerta del avión ya está cerrada, te da la oportunidad de ocupar cualquier asiento vacío a bordo.

No abuses del alcohol

Los auxiliares de vuelo advierten: un vaso de alcohol en el aire equivale a dos en la tierra. Y es verdad porque la altura afecta la sangre de tal manera que durante el vuelo el alcohol te hace más efecto que en la tierra. Así que si bebes solo porque te da miedo volar, te arriesgas a pasar el vuelo demasiado relajado.

Evita los asientos al lado del separador

Recuerda esta regla: si a bordo hay pasajeros con bebés, lo más probable es que los vayan a sentar al lado del separador en el salón. Simplemente porque ahí es más fácil y seguro ubicar la cuna. Así que si te encantan las pequeñas criaturas que lloran, ya sabes dónde deberías sentarte.

Bebe solo agua embotellada

Al problema del agua sucia a bordo de los aviones se le empezó a prestar atención desde la investigación de Wall Street Journal en 2002: las tomas de agua de los bordos de 14 aerolíneas populares contenían cientos de veces más bacterias que la norma permitida. Hoy la situación no ha cambiado mucho, por eso es mejor beber líquidos embotellados a bordo. Evita tomar té, café y agua de la llave.

Absténte de los aplausos al final del vuelo