Un hombre de México nos dejó una fuerte lección. A sus 31 años, encontró su peor final después de hacerse un nuevo tatuaje y no seguir las indicaciones que el especialista le había dado.
Después de que se hizo una cruz en el tobillo derecho, su tatuador le recomendó, entre otras cosas, no nadar en ninguna pileta, ni en el mar, para evitar problemas con el diseño. Sin embargo, él ignoró completamente su consejo y se fue de vacaciones al Golfo de México, donde nadó por sus aguas solo 5 días después de haberse hecho el tattoo.
Lamentablemente, como la herida todavía estaba abierta, se terminó contagiando de una fuerte bacteria que se encontraba en el agua y que lo terminó matando. El día después de pasar horas nadando, le agarró fiebre y comenzó a sentirse muy mal, por lo que fue derivado al hospital.
Allí descubrieron que tenía sepsis, una enfermedad que ocurre cuando el cuerpo tiene una fuerte respuesta inmunitaria a una infección bacteriana. Incluso, en su pierna comenzaron a aparecer marcas violetas muy infectadas.
