Este increíble suceso ocurrió en Barnaul, ciudad de la región de Altai, Rusia. Esta futura mamá, tan pronto como se puso de parto, acudió de inmediato al médico. ¡Cuando los expertos del centro clínico perinatal la asistieron, quedaron totalmente perplejos!
¡A sus 41 semanas de embarazo, la mujer descubrió que su hijita no estaba alojada en su útero, como debería ser, sino en el abdomen! Cuando los médicos se dieron cuenta de esta compleja anomalía, sin pérdida de tiempo, enviaron a la futura madre al salón. ¡Cualquier retraso podría terminar en tragedia!
Ten en cuenta que no hay más de una docena de casos similares en el mundo. Razón por la que, incluso, los médicos más experimentados quedan sorprendidos al encontrarse frente a este milagro de la naturaleza.
No obstante, un embarazo extrauterino es sumamente riesgoso, tanto para la madre como para el bebé. La probabilidad de sufrir una hemorragia durante la operación era muy alta, por lo que los médicos inmediatamente tomaron medidas. Por fortuna, la futura mamá cayó en buenas manos, y todo salió bien…
Ahora, los médicos dicen que la causa del incidente podría ser una anomalía congénita singular del útero de la mujer. El embrión, es probable que haya atravesado una fisura del útero, para luego implantarse en la cavidad abdominal.
La madre se siente muy afortunada de no haber presentado una hemorragia, muy común en situaciones como esta, que, dado el lugar de la gestación, podría haber resultado fatal, tanto para ella como para la niña.
Solo imagina todo lo que tuvieron que hacer los médicos para que la niña naciera sana y salva. Su mamá la nombró Verónica, en honor a su raíz griega, que significa «traer la victoria».
Por suerte, ninguna de las dos sufre de condición médica alguna, y comparten la misma habitación en la clínica. La madre dice estar dispuesta a amamantar.
La mujer, como es típico, en un principio no tenía previsto dar a luz en un hospital. Ella quería que el nacimiento fuera sin interferencias externas, ni fotografías, totalmente natural.
Lo primero que le hizo sospechar que algo iba mal con su embarazo fue que, cuando la fecha límite llegó, aun no sufría ningún síntoma de trabajo de parto, nada de contracciones. Así que, quisiera o no quisiera, ella tenía que acudir a un especialista.
Inmediatamente después de la exploración, la futura madre fue llevada de urgencia al hospital. Los médicos están seguros de que, sin atención médica de calidad, tanto ella como su hija habrían tenido otro final…
Sea como fuere, para el personal del hospital, que ya cuenta con una larga trayectoria, este evento fue realmente único. ¡Y ellos son los responsables de su final feliz!
El parto es un fenómeno fisiológico natural, sin embargo, como en el caso de hoy, puede resultar muy complicado, e incluso fatal, sin la debida atención especializada.
Futuras mamás: si planean traer a sus tesoros al mundo lejos del hospital, por favor, siempre guarden un AS bajo la manga. Este es un momento único, maravilloso, feliz, que no debe terminar en tragedia. ¡Es mejor precaver! Comparte este mensaje en tus redes sociales, tal vez