Esta es la historia de tres amigos y cómo la tecnología moderna ha ayudado a uno de ellos. Hemos visto infinidad de películas sobre lo que es quedarse atrapado en una isla desierta. No es nada agradable por supuesto!
Ahora imagine lo que pasó con Adam Jhons, que pasó en una isla desierta 9 años y fue salvado por uno de los inventos más sorprendentes de nuestro tiempo – Google Earth!
Todo comenzó en el año 2006, cuando Adam Jhons y sus dos amigos se fueron de viaje. Planearon navegar desde su Liverpool natal a Hawai cruzando la ruta del Océano Atlántico y el Canal de Panamá. La primera parte del viaje transcurrió sin ningún problema, pero entonces ocurrió lo inesperado.
Cuando llegaron al Océano Pacífico, comenzó una fuerte tormenta, que dañó su yate y los equipos electrónicos a bordo. Los amigos de Adán cayeron al océano por la borda, y él perdió el conocimiento por el golpe, y el barco estuvo a la deriva 17 días, hasta que llegó a una isla deshabitada.
Los primeros días fueron los más difíciles para Adam – no estaba preparado.
Tuvo que ahorrar el suministro de agua de la embarcación durante 2 semanas, y luego construir un dispositivo para recoger agua de una gota por minuto. También recogía y almacenaba el agua de lluvia.
Cuando su refugio inepto, construido de la embarcación, se derrumbó, tuvo que construir uno nuevo. Le tomaron 11 semanas para derribar el árbol con la ayuda de una concha filuda.
El problema principal era la comida.
En busca de alimento, Adam descubrió en la isla 8 cabras salvajes. Pero cazarlas sin equipo era difícil. Intentó hacer un arco y flechas, pero no resultaron lo suficientemente fuertes; tuvo la suerte de encontrar una cabra atrapada en los arbustos.
A Adam no le gustaba la idea de matar las cabras. Según él, le tomó 15 minutos para matar al animal, y fue muy desagradable. Pero sin embargo, consiguió cerca de 50 kilogramos de carne.
La caza requiere un esfuerzo físico considerable.
Adam dice que tuvo que trabajar duro para mantenerse en forma. Hacia ejerciciosen la rama de un árbol y hacía cuclillas con piedras en los hombros.
Se entrenó todos los días. Después de los ejercicios corría 300 metros a lo largo de la costa. Pero lo más difícil para Adam fue la angustia mental.
Se volvía loco por la soledad.
La constante sensación de aislamiento y la creciente confianza en el hecho de que nunca lo salvarían, lo destrozaba por dentro. Así que hizo una inscripción de 3 metros SOS, pero consideró que no era lo suficientemente visible.
Finalmente limpió un área grande y puso una enorme señal de SOS. Adam esperaba que algún avión se de cuenta del mensaje.
Y finalmente llegó la salvación.
Una vez Adán sorprendido escuchó sobre su cabeza el ruido de los aviones. Comenzó a agitar frenéticamente los brazos, y le tiraron un paquete desde el avión. En el paquete, Adam encontró agua dulce, radio, comida y un equipo de primeros auxilios.
Cuando conectó la radio se puso en contacto con el piloto, era la primera voz humana, que había oido durante los últimos 9 años. Durante la conversación, preguntó cómo lo habían encontrado.
¡Resultó que un adolescente en Minnesota vio su «señal” SOS en Google Earth, e informó a las autoridades!