Durante los últimos 17 años, Richard Anthony Jones no ha dejado de insistir en su inocencia. Jones fue condenado por un robo violento en 1999, a pesar de que nunca se halló evidencia -ni ADN ni huellas dactilares- que lo vincularan con la escena del delito.
Fue acusado, enjuiciado y condenado después de que su foto fuera escogida de una base de datos policial tres meses después del robo por un hombre que admitió que estaba drogado durante su único encuentro con Jones, según documentos judiciales presentados por la defensa.
Los abogados de Jones argumentaron que la alineación de las fotos mostradas a la víctima y otros testigos era “altamente sugerente”, pues la foto de Jones era la única de seis que se parecía a la descripción del sospechoso de robo.
En el juicio, Jones testificó que él estaba con su novia y otros miembros de la familia en Kansas City el día del robo. Fue sentenciado a más de 19 años de prisión y apeló sin éxito la condena y sentencia.
Hace dos años, abogados del Proyecto de Inocencia del Medio Oeste y el Proyecto Defensor de Paul E. Wilson en la Universidad de Kansas tomaron su causa. Y lo que hallaron durante su investigación fue sorprendente.
Los defensores de Jones encontraron pruebas de que otro hombre vivía en Kansas City, cerca de donde ocurrió el robo en un Walmart en Roeland Park, era tan parecido a él que podría pasar por un hermano gemelo.
Ese otro hombre, sólo identificado como “Ricky”, alega que no cometió el robo. Pero el parecido de ambos fue suficiente para exonerar a Jones.
En la audiencia del miércoles pasado en el Tribunal de Distrito del Condado de Johnson, varios testigos, entre ellos la víctima de robo, admitieron que mirando las fotos de los dos hombres juntos, ya no podían identificar a Jones como el ladrón.
Sobre la base de su testimonio y la nueva evidencia, el Juez del Distrito del Condado de Johnson Kevin Moriarty ordenó la liberación de Jones.
Moriarty determinó ningún jurado razonable habría condenado a Jones con la nueva evidencia, ya que la identificación del hombre a través de una foto fue la única prueba de su culpabilidad.
Durante su encarcelamiento, Jones estaba comprensiblemente amargado y enojado, pero cuando vio la foto del otro hombre, comprendió por qué los testigos se equivocaron.
“Todo el mundo tiene un doble”, dijo su abogada, Alice Craig. “Por suerte encontramos el suyo”, concluyó.