Una familia del pueblo escocés Scottish Borders, en Reino Unido, ofrece un puesto de trabajo de 64.000 dólares anuales con 28 días de vacaciones que nadie está dispuesto a aceptar.
La tarea principal consiste en cuidar a dos niños, uno de cinco y otro de siete años, llevarlos al colegio, ayudarlos con los deberes y prepararles su comida.
Además, el candidato deberá mudarse a la vivienda, que el anuncio describe como “adorable, espaciosa e histórica”. Sin embargo, la razón por la que nadie quiere vivir es escalofriante: allí se han detectado actividades paranormales.