Diego Maradona nunca gambeteó a los flashes. Mucho menos, cuando se casó con Claudia Villafañe en 1989 en el Luna Park. Cerca de 1.200 invitados, entre los que estaban Fito Paez, Susana Giménez, Silvio Berlusconi (ex primer ministro italiano y ex presidente de Milan), Mauricio Macri (entonces empresario automotriz), entre otras celebridades.
Lionel Messi , en cambio, es más arisco con la fama. El capitán de la selección argentina decidió hacer un casamiento más íntimo, aunque también internacional, sobre todo con sus compañeros de Barcelona.
Se había especulado con la presencia de Maradona en la boda de Messi. Sin embargo, Diego no figura en la lista de 260 invitados de Lionel y Antonela (se escribe con una sola L, según aseguran desde el grupo cercano a la futura mujer del Nº10).
La ausencia de Maradona, confirmada por LA NACIÓN con fuentes de la organización, está ajena a cualquier suspicacia. La idea de Messi y su mujer era organizar un casamiento con sus amigos más cercanos y sus familiares (por eso se celebra en Rosario) y la relación entre Maradona y Messi no es mala, aunque tampoco cotidiana.
Diego, que se encuentra en Cuba antes de viajar a Rusia para encontrarse con el presidente Vladímir Putin, no es el único que no ha sido invitado.