Resulta que China está entre los 5 países más populares entre turistas. Como alguien que vive en China, puedo asegurarles que es cierto. Cada vez son más personas las que se atreven a viajar por este país.
Internet está lleno de información de cómo llegar. Pero existen cosas que se mencionan muy pocas veces, y es mejor conocerlas para estar preparado para las sorpresas desagradables.
Una pequeña lista de algunas peculiaridades chinas para que estés completamente preparado para viajar a este país.
Una multitud de pasajeros en la estación de tren de Zhengzhou en el primer día de la “Semana de Oro”
- 1. NUNCA planees viajar a China durante las fiestas nacionales. En China no existen vacaciones oficiales, y la única oportunidad para viajar es aprovechar los días festivos nacionales. El resultado es que ¡todo el mundo viaja al mismo tiempo! Y es un poco aterrador.
- 2. Todos los sitos turísticos en estas fechas están llenos de gente. Incluso si tienes suerte de reservar un hotel, no hay garantía de que con tanta multitud, que sabe empujar mejor que tú, puedas apreciar las atracciones locales. Por lo tanto, primero investiga si tus fechas no coinciden con algunas fiestas. Puesto que el calendario local es lunar, 4 de 6 fiestas principales siempre se mueven. Sin embargo, puedes descartar de inmediato la primera semana de mayo y la primera semana de octubre (el Día de la Independencia de China), la cual también se llama “Semana de Oro”.
Clase de negocios del tren de alta velocidad, Beijing — Shanghái
- 3. Los trenes en China son una excelente manera de llegar a donde necesites, pero tienen sus detalles. Es mejor comprar los boletos con anticipación (al menos, faltando un mes), de lo contrario es probable que no alcances a comprarlos. En los trenes de alta velocidad la diferencia en el precio entre la clase 1 y 2 es mínima y la comodidad es notable, por lo tanto, los boletos de clase 1 se acaban rápidamente. Si te urge viajar pero no hay boletos normales, siempre existe la opción “sin asiento”: tendrías que aguantar un par de horas sentado en el piso. A los locales les encanta esta opción.
- 4. Otro detalle importante. Solo te dejan entrar a la estación de tren si tienes boleto y pasaporte. Tendrás que hacer fila primero para que revisen tus boletos, y luego pasar por un servicio de seguridad. Es algo que debes tomar en cuenta: llega a la estación con tiempo suficiente para hacer todo esto.
Tren de pasajeros en un campo de canola, las afueras de la ciudad de Guilin.
- 5. Y sí, la ropa de cama entre los puntos de destino no se cambia. Si abordas el tren Shanghái — Chongqing en Shanghái, tendrás una cama recién hecha. Si abordas el mismo tren a mitad del camino, puedes esperar una cama ordenada pero con la misma ropa de cama que se le puso en Shanghái. Es decir, existen en China algunas cosas que es mejor no mencionar para ahorrarte nervios.
- 6. El sistema de transporte público en China es excelente. Puedes llegar a básicamente cualquier lugar en autobús. Debes contar con la cantidad exacta de monedas porque no te darán cambio. La única desventaja es que, por lo general, los autobuses y el metro cierran muy temprano. Por ejemplo, el metro en Shanghái cierra aproximadamente a las 22:30. Los chinos decentes por las noches duermen, y para los demás existe el servicio de taxi: bastante accesible, por cierto.
Excelente idea: poner torniquetes de acceso automáticos para peatones para desacostumbrarlos a cruzar la calle con la luz roja.
- 7. Buena noticia: en China no suelen dejar propinas. Nunca. Ni en el taxi, ni en los restaurantes, ni en los hoteles. No tienen ese hábito. Si te gustó mucho algún servicio, puedes intentar dejar alguna cantidad, pero si después del quinto o sexto intento se niegan, quiere decir que no es el destino.
- 8. Si los chinos te invitan a comer o a cenar, la probabilidad de que paguen tu cuenta es del 99%. Esto funciona en ambos sentidos. Si tú invitas a un chino, va a esperar que pagues la cuenta por él. También ten presente que los chinos comen a ciertas horas y puede ser que te sea difícil encontrar un lugar para comer fuera del horario común.
- 9. Debes estar prepardo a que NADIE hable inglés. Nadie. Ni siquiera en los hoteles. Y, por favor, no gastes tu dinero en libros tipo “chino en 2 semanas”. Lo más difícil en chino es la pronunciación: los tonos y los sonidos. Sin esto, nadie te entenderá. Es mejor gastar tiempo en aprender ciertos jeroglíficos (relacionados con la comida) para poder entender de alguna manera el menú. Y sube a tu móvil una aplicación que traduzca jeroglíficos chinos.
La cafetería Robot Dinning Hall en Ninbo, donde los robots “trabajan” de meseros. Los robots no solo pueden tomar órdenes, sino también entender y contestar frases simples.
- 10. En China no existe Facebook. Al igual que todos los servidores de Google: es decir, el buscador, Gmail, Google Maps, YouTube. Los dueños de smartphones con Android tendrán problemas cargando estas aplicaciones. Por eso o prepárate para un aislamiento social, o encárgate de conseguir el acceso a través de VPN.
- 11. No todos los hoteles tienen derecho a atender a los extranjeros. En China existe la ley de registro obligatoria de todos los ciudadanos extranjeros, y no todos los hoteles tienen la posibilidad de registrarte. Al reservar tu hotel por Internet, mira atentamente si no tiene la frase “Sólo para residentes de China continental“.
- 12. En China siempre podrás encontrar agua caliente: en estaciones de trenes, aeropuertos, parques, restaurantes. Esto quiere decir que si tienes un termo, podrás prepararte un té o café o comer unos tallarines rápidos. Es muy práctico para los viajeros que quieren ahorrar.
- 13. Los chinos son muy amistosos. Esto puede convertirse en un problema, sobre todo cuando preguntas cómo llegar a algún lado. Te enseñarán el camino incluso si no lo saben. Porque de verdad quieren ayudarte, y para algunos chinos sería un equivalente a ”perder la dignidad” no hacerlo. Por eso es mejor que descargues mapas en tu móvil.
Monasterio femenino Chi Lin en Hong Kong
China es un país asombroso y hermoso. Un viaje por tu cuenta te tomará algunos esfuerzos adicionales, pero en cambio, tendrás muchas emociones inolvidables que al final de cuentas te convencerán de que valió la pena.