Recientemente, cerca del Nevsky Piglet, en Rusia, unos arqueólogos realizaron algunas excavaciones, donde se encontró una caja misteriosa. Se trata de un tesoro de la Segunda Guerra Mundial.
¡Cuando vieron lo que había dentro, no faltó quien dijera que habría sido mejor que la caja no se hubiese abierto nunca!
La caja estaba cubierta con una capa de tierra, por lo que los arqueólogos no habían podido leer la inscripción que estaba grabada en él.
El tesoro estaba profundamente enterrado. Los arqueólogos suponen que fue enterrado por más de una persona. O, tal vez, que cayó en un cráter producido por la explosión de un proyectil.
Cuando, por fin, fue abierta la caja, los arqueólogos se quedaron sin aliento. ¡Todos los presentes parecían regresar 70 años en el pasado! Dentro había algunas cosas muy bien conservadas.
Dentro, había documentos alemanes y un carnet de miembro del partido nazi. Está claro que las cosas pertenecían a un soldado alemán. Pero, la razón por la que fue guardado allí sigue siendo un misterio.
¡Era como una especie de cápsula del tiempo, porque, incluso, los periódicos de la época se podían leer!
También, encontraron una cajetilla de cigarros sin abrir. Probablemente, fue adquirida poco antes de ser puesta en la caja, ya que sobrevivió incluso el embalaje original.
El propietario, al parecer, era muy aficionado a los puros, pues, en la maleta había otra caja que estaba abierta pero no tocada. Sugirieron que, quizás, el soldado estaba tan confiado en la victoria de su país que decidió dejarlos para más tarde celebrar con ellos.
Se confirma la hipótesis previa de que en la caja había también dos botellas de ron de Jamaica.
Entre los hallazgos se encontraba un sombrero del uniforme alemán, que ni una sola vez había sido utilizado en las batallas.
Y una chaqueta nueva, o lavada…
El artefacto más sorprendente fue una ficha. Es cierto que no tiene el nombre completo del propietario, pero puede ser usado para encontrar a los descendientes de la persona que yacía enterrada allí.
Naturalmente, hay dudas acerca de la autenticidad de este hallazgo. Todo se ve muy bien conservado, para haber estado enterrado por más de 70 años. ¿No crees?