Odiaba sus manchas y pensó en suicidarse. Ahora es un EJEMPLO para los que sufren vitíligo

Pasaba hasta hora y media cubriendo con maquillaje su cuerpo.

Cuando Iomikoe Johnson de Louisina, Estados Unidos, notó las primeras manchas blancas en su piel, pensó que estaba sufriendo alguna enfermedad grave y que acabaría pronto con su vida, pero cuando se enteró de que solo tenía vitíligo, extrañamente no se sintió mejor. Tras lucir toda su vida un hermoso tono oscuro de piel, a los 25 años debió enfrentarse a un versión completamente diferente de ella misma frente al espejo y le costó demasiado superarlo.

Las manchas fueron creciendo hasta que cubrieron varias zonas.

Cuando Iomikoe cumplió 25 años, comenzó a notar unas extrañas manchas blancas por todo su cuerpo. Por un momento, los médicos pensaron que se trataba de cáncer, pero resultó ser vitíligo, una condición que ocurre cuando los melanocitos, cuya función es producir el pigmento, se destruyen por varias razones; la principal, un desequilibrio en el sistema inmunitario.

Al pasar el tiempo, las manchas de Johnson se hicieron muy notorias y se comenzó a sentir discriminada. Tanto así, que pasaba más una hora y media maquillándose solo para taparlas.

Verse tan diferente frente al espejo, hizo que su autoestima  se desplomara y hasta pensó en suicidarse, sin embargo, todo cambió cuando conoció a su prometido Phillip.

Lomikoe aprendió que su enfermedad era más común de lo que pensaba y que las personas la miraban de manera extraña porque desconocían su estado. Además, gracias a su nuevo compañero, sintió que podía ser querida sin importar su colores.

“Mi prometido dijo que no debía maquillarme más porque no lo necesitaba y porque el me amaba sin importar que lo usara o no. Entonces un día, me desperté y vi en Facebook a esta modelo Winnie Harlow, la modelo famosa con vitíligo y pensé que era tan bonita”.

Dejó de maquillarse y se mostró ante el mundo con su hermosa piel, igual que la modelo Winnie Harlow.

“Ella tiene la misma condición en la piel que yo y simplemente abrazó su belleza, así que pensé que podía hacer lo mismo. Me levanté un día y no me puse maquillaje. Desde ese día no lo he usado, estaba cansada de que la gente definiera que es bonito y era mi trabajo demostrar que la belleza realmente está debajo de la piel”.

Para esta mujer de 37 años, sufrir esta enfermedad que cambió por completo su apariencia fue muy difícil de aceptar, sin embargo, logró darse cuenta de que sus manchas solo la terminaron convirtiendo en una persona aún más única.