Así es el ritual de rapto de la novia y prueba de virginidad que aún se hace en un pueblo de México

Este ritual se practica hasta la fecha en la localidad de Oaxaca, donde el honor de la novia es muy importante para consagrar el matrimonio y no deshonrar a la familia.

En la localidad de Oaxaca, México, aún se mantiene una antiquísima tradición matrimonial que involucra el rapto de la novia y la comprobación del “honor” de ésta mediante una prueba de  virginidad que involucra a familiares y vecinas del barrio como testigos. Aunque se puede creer que estas tradiciones ya están obsoletas para el siglo XXI, aún se mantienen en algunos lugares.

El medio local El Universal Mexico, explicó en qué consiste este ritual que para muchos es completamente desconocido.

Todo parte con el “robo” de la novia, este debe hacerse con el consentimiento de la chica, quien debe ser llevada al lugar donde va a vivir con su marido. En este caso, María de solo 16 años es la protagonista de la historia, fue robada por su novio de 20 años y llevada a la casa de los padres de él, donde vivirán juntos.

Luego del robo, la muchacha debe probar que se mantuvo virgen hasta el matrimonio, para ello se realiza un particular ritual donde varias mujeres cercanas a la novia actúan como testigos de su castidad, ellas deben dar fe que de la chica surgió un hilo de sangre.

La muchacha yace desnuda, tapada con una sábana blanca decorada con pétalos de rosas rojos y confeti del mismo color para simular la sangre.

Primero le preguntan si “está de conformidad”, a lo que María responde que sí, a partir de ese momento comienza a recibir una lluvia de consejos por parte de las madrinas y otras mujeres en la habitación, muchas de ellas también fueron robadas en su juventud, otras le reprochan que era muy joven para casarse, pero se conforman.

Es importante para el ritual comenzar la ceremonia con una canción típica llamada “Huanchingo rojo”, en la que se hace alusión a la “orina de sangre” y que no puede faltar en ninguno de estos rituales.

Una vez que las mujeres comprobaron que la muchacha dejó en “honor” a su casa, es decir, que manchó de rojo un pañuelo blanco, las mujeres parten a dar las buenas noticias a la familia de la chica y desde ese momento se consagra el matrimonio entre los novios, que por el momento no tiene validez legal porque no está permitido que menores de edad contraigan matrimonio.

En ese momento parte una celebración para las zapotecas a modo de agradecimiento donde se acompaña con música, comida y alcohol.