Fue condenada a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Cuando nos enfrentamos a un tribunal, las palabras de los testigos pueden ser claves para sellar nuestros destinos. Así fue para Amanda Lewis, quien fue acusada de asesinar a su hija en su casa en Esto, Florida, Estados Unidos. El testimonio de su hijo de 7 años era el único que podía salvarla de una vida tras las rejas, o sentenciarla por la eternidad.
Cuando el menor de edad A.J entró en la sala del tribunal, habían pasado 6 meses desde que había visto a su madre. Cuando se encontró con su mirada, rompió a llorar.
Amanda Lewis se encontraba en la corte porque un año antes, la media hermana de A.J se había ahogado en la piscina del patio trasero de su propiedad. Y ella fue acusada de su asesinato.
“Les dije que no podíamos entrar en la piscina hoy porque nos estábamos preparando para salir. Podían salir y jugar por unos minutos mientras yo tenía todo listo”.
-Amanda Lewis a AWM
En el exterior hacían 37º de temperatura. A pesar de que Amanda les dijo que no estaba permitido ingresar a la piscina, Adrianna, la media hermana de A.J. se metió. La piscina medía 120 centímetros sobre el suelo.
A.J. entró en la habitación para llamar la atención de su madre. “Mamá, Adrianna está en la piscina“, le dijo el menor a Amanda. “Al principio pensé que tal vez ella estaba jugando junto a la piscina y le dije: ‘ok, dile que entre‘”.
Cuando Amanda miró hacia el exterior de la piscina, vio una escena aterradora. “A.J. estaba rastrillando el agua, como si estuviera tratando de agarrarla… Corrí, salí corriendo de la casa. Cuando llegué a la piscina estaba boca abajo… Estaba muy morada, muy azul“, relata Amanda.
Acto seguido, llamó al 911. “Envíen una ambulancia por favor, mi hija cayó a la piscina y no está respirando“, Lewis le dijo a un operador del 911 de acuerdo a una grabación de la llamada.
En primera instancia la policía creyó que la muerte de Adrianna fue un accidente. “Entró de lleno en la piscina, se inclinó demasiado” dijo el Jefe de Bomberos Charles Corcoran, quien fue el primero en responder la llamada al 911 de Lewis.
El problema surgió debido a que A. J. contó una historia diferente a la que acabamos de ver. Con solo seis años de edad en aquel momento, le dijo a los oficiales que “mamá arrojó a mi hermana. (Adrianna) hizo algunas cosas que no le gustaron a mi mamá, así que la arrojó a la piscina“, aseguró.
“Mamá arrojó a mi hermana”.
En el tribunal, A.J. mantenía su historia. El pequeño de ahora 7 años le mostró un dibujo que había hecho en donde explicaba cómo ocurrieron los hechos. Una de las zonas del dibujo fue la que más llamó la atención pues representaba a “mamá matando a mi hermana“.
Luego de cuatro horas de deliberación, el jurado sentenció a cadena perpetua a Amanda Lewis sin posibilidad de libertad condicional.
La decisión que tomó el jurado en base a un dibujo de un niño de 7 años es cuestionable. Gracias a su relato Amanda Lewis pasará en la prisión de por vida a pesar de que oficiales de bomberos respaldaran la versión de la madre.
“Vi a mi mamá matando a mi hermana”