Xavier Gourmelon, el hombre que llegó primero al Pont de l’Alma tras el reporte de un accidente en la noche del 31 de agosto de 1997, no sabía quién era la persona a la que salvó, y estos 20 años decidió no hablar sobre lo que vio y escuchó con la prensa al respecto, hasta hoy.
Cuando llegó junto con el resto de sus compañeros del cuartel de bomberos, no sabía que ese momento marcaría un antes y un después en la historia actual del Reino Unido, porque no sabían que en el interior de ese irreconocible Mercedes Benz estaba Lady Di muriendo.
Luego de enterarse sobre un terrible accidente, tardaron solo tres minutos en llegar, y no sabían ni qué tan dramático había sido el choque, ni quiénes eran los integrantes del automóvil. Él solo se centró en intentar salvar a todos las personas que se encontraban atrapados entre los hierros del vehículo. La mujer estaba herida, y él le practicó maniobras de resucitamiento y consiguió que volviera en sí. Escuchó un susurro de la mujer, la depositó en una camilla y una ambulancia la llevó con vida a una unidad de cuidados intensivos.
“Estábamos muy cerca de allí y nos tomó menos de tres minutos llegar. Mi equipo de diez hombres estaba en dos camiones y nosotros fuimos los primeros en arribar. El automóvil estaba destruido y comenzamos a trabajar como cualquier otro accidente. Empezamos a ver quién necesitaba ayuda y estaba vivo”, reveló Gourmelon en su primera entrevista.
A pesar de que él creía que la había salvado, a las pocas horas sabría la penosa noticia de que Lady Di había muerto de un paro cardorrespiratorio. Xavier quedó devastado, ya que no entendía como había muerto si él la había resucitado.
“La mujer, de quien supe luego que se trataba de la princesa Diana, estaba en el suelo, en la parte trasera. Se movía muy despacio y pude ver que estaba viva. Noté que tenía una lesión leve en su hombro derecho y, más allá de ello, nada significante. No había sangre en ella en absoluto”, recordó el socorrista.
“Tomé su mano y le dije que se calmara, que estaba allí para ayudarla y ponerla a resguardo. Ella me dijo: ‘Dios mío, ¿qué ocurrió?’. Le di oxígeno, y mi equipo y yo estuvimos a su lado mientras era sacada del automóvil. Fue muy rápido, porque no tuvimos que cortar nada (del Mercedes)”, le relató al periódico The Sun.
Segundos más tarde, Diana dejó de respirar. “Estábamos preparados para dar los primeros auxilios y noté que ella estaba sufriendo un ataque cardíaco y que había dejado de respirar. Masajeé su corazón y unos pocos segundos después volvió a respirar. Fue un alivio porque, como primeros en responder, quieres salvar vidas. Y eso fue lo que pensé que había hecho”.
Gourmelon dijo que pensó que viviría y que se “molestó” mucho cuando supo que había muerto. “Ahora sé que hubo serias heridas internas. Pero todo el episodio vuelve a menudo a mi cabeza. Y los recuerdos de esa noche estarán conmigo para siempre. No tenía idea de que era la princesa Diana. Lo supe cuando uno de los paramédicos que la colocó en la ambulancia me dijo que era ella. Allí la reconocí”, agregó.
El único que sobrevivió fue Trevor Rees-Jones, el guardaespaldas de Diana, y el entonces bombero recuerda que lo único que le preocupaba era su protegida: “¿Dónde está ella? ¿Dónde está ella?”. “Le dije que no se preocupara, que estábamos cuidando de todos”. Xavier Gourmelon, ya está retirado de la guardia de bomberos, pero señala que esa noche lo perseguirá por siempre “Todavía puedo ver la escena completa”.