Un cambio de domicilio siempre es estresante, sobre todo cuando es forzado, tal y como les sucedió a nuestros protagonistas de hoy.
En 1972, el huracán Agnes abatió al noreste de Pensilvania. Las fuerzas de la naturaleza destruyeron el hogar y la tranquilidad de la familia Smurl, por lo que tuvieron que abandonar su pueblo natal, y trasladarse a una casa en West Pittston. Fue entonces cuando comenzaron a surgir los problemas: De repente se quemó la TV, la alfombra nueva apareció en otro lugar, las tuberías dejaron de fluir, a pesar de que se reparaban regularmente…
Un poco más tarde, en 1974, todas las paredes del cuarto de baño aparecieron rayadas, como si le hubieran arrancado el repello. La familia comenzó a pensar que su la casa había sido invadida por espíritus. Por ejemplo, el agua potable de repente comenzó a mezclarse con la del inodoro, los estantes se movieron por su cuenta, las puertas se abrían y las sillas empezaban a temblar.
Esto duró así unos 11 años. La familia no se preocupó mucho por ello, porque no trajo muchos inconvenientes. Pero, en 1985, comenzaron los problemas de verdad…
En casa de los Smurl hacía frío todo el tiempo. Los niños afirmaban, en repetidas ocasiones, que escuchaban las voces de sus padres, aunque ni siquiera estuvieran en casa. Un día, una figura oscura apareció en varias habitaciones, y desapareció repentinamente, pegándose directamente a la pared.
Por alguna razón, los fantasmas estaban seriamente enojados: En el domicilio se oían constantemente sonidos, como si alguien golpeara en el desván, y en las escaleras se escuchaban perros aullando aterradoramente.
Un año más tarde, Jane Smurl se enteró de las investigaciones paranormales del matrimonio Warren, por lo que no dudó en pedirles ayuda. Ed y Lorraine Warren trajeron consigo a la psicóloga Rosemary Frow. El estudio reveló que en la residencia convivían cuatro fantasmas: tres demonios menores, pero el cuarto era un demonio maligno, que no sería fácil de enfrentar.
Los casa-fantasmas realizaron una serie de rituales, leyeron oraciones, y hasta regaron todo con agua bendita. El demonio se calmó durante un tiempo, pero el silencio no duró mucho.
Jack, el jefe de familia, contó la terrible historia de cómo fue víctima de una violación por un demonio. Era la imagen de una anciana con el cuerpo de una jovencita sexy. La esposa de Jack, Jane, también alegó una situación similar.
La familia solicitó ayuda de la iglesia. Pero los representantes de la diócesis católica romana de la ciudad de Scranton, al consultar con la alta dirección, recibieron la orden de no mezclarse con los asuntos de los Smurl.
Entonces, invitaron a un sacerdote a la casa, pero sus rituales sólo enojaron más a los seres que allí vivían. La hija de Jack y Jane estaba al borde de la muerte, y en los cuerpos de los demás miembros de la familia había señales de golpes. Sin embargo, no se atrevían a mudarse, por temor a que los fantasmas les siguieran.
Debido a lo ocurrido, los Smurl decidieron dirigirse a la televisión. Pero, después de la presentación, el demonio comenzó a vengarse de ellos. Jane fue levantada del suelo y arrojada contra la pared, y Jack manifestó haber sido violado nuevamente.
Ya cansada, la familia decidió contar su punto de vista al público. Después de la entrevista en varios periódicos, la casa fue rodeada por una multitud de periodistas y espectadores, que querían convencerse de las palabras de sus inquilinos.
Los delegados del comité de investigación paranormal querían explorar la mansión. Pero, la familia no estuvo de acuerdo, alegando que el comité estaba convencido de que todo era una falsificación, y por eso no les querían creer.
Como resultado, Paul Kurtz, presidente del comité, expreso que algunos eventos que ocurren en la casa, debían ser resultado de la alucinación del jefe de la familia, así como el mal funcionamiento de las aguas residuales y bromas infantiles…
Las dudas de los escépticos fueron reforzadas por Ed Warren, cuando, en una conferencia de prensa, afirmó que los extraños sonidos de gruñidos habían sido grabados en una cinta. Pero, cuando le pidieron que los reprodujera, alegó que la había enviado a los representantes de algún canal de televisivo, cuyo nombre no recordaba.
Entonces, los Smurl apelaron a otra psíquica, Mary Rinckman, y esta confirmó que, en realidad, en la vivienda habitaban 4 fantasmas. Las formalidades de esta mujer trajeron paz a la casa, durante varios meses.
Jack también afirma que, durante algún, una figura negra pretendió aprisionarlo, y que la violencia, los olores desagradables y los ruidos fuertes eran cada vez más insoportables.
Lo más atrayente de esta historia es que todas las apariciones cesaron después de que se publicó un libro, que narraba las angustias de los Smurl. Incluso, dio pie a que se lanzará la película de terror, «The Haunted», en 1991.