Mientras la mayoría de gente asistió al Roskilde Festival de este año, en Dinamarca, por la música y el ambiente, la fotógrafa Johanna Siring tenía otra cosa en mente, y estuvo tomando fotos de extraños antes y después de besarlos.
La artista noruega con base en Nueva York convirtió estos disparos en una serie llamada “Besa A Un Extraño”, a través de la cual está intentando crear una conexión significativa e incluso transformadora con extraños: “Creando nuevas relaciones y aprendiendo sobre los pensamientos e ideas de extraños, puede que podamos construir puentes y combatir la ignorancia y los juicios,” contó Johanna a i-D.
La fotógrafa se acercaba a su sujeto (sin importar el género o la raza) para realizar el primer retrato y después explicaba su idea antes de besarlo. Sorprendentemente, la gente dejaba a un lado papeles creados conscientemente y simplemente se comportaba de forma natural. E incluso puede que haya una explicación biológica para todo esto: “Besar desata las terminaciones nerviosas en tus labios,” explica Johanna, “provocando una liberación de dopamina y una explosión de oxitocina. Es un alivio del estrés instantáneo y crea una conexión inmediata emocional entre dos personas.”