Kevin Walsh, sopesando la idea el suicidio y sumido en una profunda depresión, había tocado fondo. Era cuando él tenía 17 años que escribiría una nublosa carta de despedida después de soportar tanto tiempo así, y acudió a un lugar elegido para terminar con su vida.
Su versión relata que momentos antes de que la obra estuviera terminada sonó su teléfono de parte de un número que no había visto antes pero; nunca acostumbró contestar ese tipo de números pero igual contestó, y esa charla cambiaría su vida para siempre.
“¿Quién es?”, preguntó. “Blake”, le respondió una voz femenina, “del campamento de verano, ¿recuerdas?”. “Sí, mira, Blake, estoy a punto de suicidarme”, siguió el adolescente el breve diálogo.
Pero la respuesta de ella fue de inmediato un “No” más que rotundo: “¡No hagas eso!, y ella le hizo prometer más de una vez que al día siguiente la llamaría a como diera lugar.
La historia entre ellos comienza cuando Blake Moore y Kevin se habían conocido años atrás, en un campamento de verano en Estados Unidos. “Tenía 13 años”, recuerda él, diciendo también que “la chica más bonita que jamás había visto” se le acercó y le dijo: “El negro te sienta muy bien”.
Después de eso se harían muy buenos amigos, pero el paso del tiempo los distanciaría de manera contundente, y cuando se dio la llamada de Blake para Kevin en ese terrible día que planeaba suicidarse ya llevaban un año sin hablarse.
Pero después de aquella llamada se volverían inseparables, aunque cada quien tuvo sus parejas sentimentales, nunca dejaron de estar distanciados de nuevo.
El recuerdo de Blake
Ella en su versión también contó cómo fue salvarle la vida a Kevin, el momento de la llamada se volvería imborrable para ella. “Conociendo su personalidad, él es muy analítico, sabía que si había llegado hasta ese punto lo había pensado bien y no lo estaba haciendo para llamar la atención.
Era algo que iba a hacer y estoy agradecida de haber marcado su número porque, si no lo hubiera hecho, él ahora no estaría aquí”, relata.
Pero la mayor sorpresa fue que ella declara que no fue quien lo llamó, sino que fue él mismo instantes antes de suicidarse. Más aún, ambos niegan haber tenido el número del otro en ese momento. Aunque a estas alturas de la historia y de lo que sucedería después, eso no importa.
“Creo que ambos recuerdos son verdaderos. Una fuerza tuvo que intervenir para conectarnos y hacerlo suceder”, afirma Blake.
Los unió el amor.
Blake y Kevin siguieron con sus vidas hasta que la chica terminó una relación, momento que fue aprovechado por Kevin para acercarse más a ella y declararle su amor, que fue correspondido.
Finalmente, en abril del año pasado, le propuso matrimonio regalándole un anillo de diamante negro, el mismo color con el que, varios años atrás, ella lo había elogiado.
Ella le dio el sí y el próximo 16 de septiembre cumplirán su primer año de casados, casi una década después de aquel llamado salvador.
Ahora que su historia ha salido a la luz, Kevin pretende que lo sucedido sirva a otras personas que atraviesan momentos de depresión.
“Hablen con alguien. Las emociones expresadas en voz alta resultan diferentes a las que se vuelcan al papel o son enviadas a través de mensajes o a las que uno se guarda para sí mismo. Denles a otros la posibilidad de cuidarlos. Podría salvarles la vida”, asegura.
Vía: Debate