Un trágico accidente doméstico al caer de las escaleras de la casa de su madre, generó un grave daño en la cabeza de Francesca Burr al fracturarse en cinco pedazos y quedar con un enorme agujero en su cráneo, finalmente después de varias cirugía solo logró recuperar un tercio de él.
Un trágico accidente doméstico al caer de las escaleras de la casa de su madre, generó un grave daño en la cabeza de Francesca Burr al fracturarse en cinco pedazos y quedar con un enorme agujero en su cráneo, finalmente después de varias cirugía solo logró recuperar un tercio de él.
“De Frankenstein a chica robot” es como se define Francesca a diez meses de su operación, en la que los cirujanos lograron retirar cuidadosamente los pequeños fragmentos de huesos de su cerebro.
“Cuando desperté del coma no podía recordar mi segundo nombre y cuando me dijeron que era Chelsea recuerdo haber pensado, ‘¿Qué? Mamá nunca hubiera dejado que papá eligiera ese nombre!”, expresó con gran sentido del humor Burr.
Por más de un mes Francesca permaneció inconsciente en el Hospital Addenbroke en Cambridge, cuando logró recuperarse, los especialistas que atendieron sus lesiones decidieron insertar en su cráneo una placa de titanio construida con una impresora 3D.
Después de varios meses de difícil y dolorosa recuperación, Francesca ha vuelto a empezar y enfrenta aún las secuelas de su accidente, actualmente no tiene trabajo y regresó a los cuidados de su madre.
La actitud positiva de esta mujer permanece y asegura que lo mejor de su vida aún no ha llegado, por lo que ha decidido luchar para seguir adelante y disfrutar de la oportunidad de seguir viva.
Vía: Debate