Todos los chicles de la marca Boomer desaparecieron, pero el que de verdad nos rompió el corazón fue el Maxiroll, que era una auténtica maravilla de 180cm que duraba menos de 2 minutos si se te ocurría sacarlo cuando estabas en clase.

A alguien le pareció muy buena idea empaquetar unos caramelos como si fuesen pastillas y vendérselos a los niños. Nada podía salir mal.

Panrico se cargó el agujero del donut y lo rellenó de chocolate o de crema. Eran lo mejor, pero claro, dejaron de venderse en España y nos dejaron un vacío que nada podrá llenar (excepto las berlinas, que son básicamente lo mismo).

La marca fue comprada por Nestlé, pero retiraron el Mikopete y el Mikobruja y dejaron el peor de todos… el Mikolápiz.

Estaban en todos los kioskos hace unos años, pero de repente desaparecieron, a lo mejor porque a nadie se le ocurrió que la naranja y el limón son los dos peores sabores para unos caramelos (aunque estos no estaban tan malos).

Fueron unos refrescos sin gas de PepsiCo hechos para la “gente joven”, eran maravillosos. Todavía se puede ver algún sabor por ahí, pero otros, como el de kiwi, nos dejaron para siempre.

En su momento hubo también pulseras y collares, toda una línea de joyería comestible que ojalá pudiésemos tener ahora a mano.

Una bebida creada por Coca-Cola que se pegó un batacazo importante al llegar a España, aunque eso no quita que la echemos de menos. Fue sustituida por Minute Maid, que no mola ni la mitad.

No estaban muy buenos y eran un auténtico coñazo de pelar, PERO MOLABAN, al parecer se prohibieron en España en 2005 porque dejó de parecer una buena idea vender tabaco de chocolate a niños.

Quitándonos los productos de Yoco, Nestlé nos volvió a robar la infancia. No te perdonaremos nunca, Nestlé.

Otro helado que era demasiado bueno para ser cierto. El Kriko era de fresa y recubierto de bolitas de caramelo y viene a demostrar que las personas no podemos tener cosas bonitas.

Tenían forma de dentadura, venían con juguete y sabían a queso y bacon, ¿se puede pedir más? pues que no los hubieran dejado de hacer, por ejemplo.

Era lo mejor del verano, y como todo, nos dejó demasiado pronto. El Mercadona hizo un intento de resucitarlo que tampoco salió muy bien porque NO ERA LO MISMO.

Otra genialidad incomprendida que duró bastante poco en el mercado español, pero que echamos de menos igualmente.

Los había de todos los sabores imaginables y hasta había algunos que te dejaban la boca azul, sin ellos nada ha vuelto a ser igual.

Duraron dos telediarios, pero son las patatas más incomprendidas de la historia de las patatas, no supimos darles una oportunidad y se marcharon sin demostrar todo su potencial.

El MEJOR chocolate de Nestlé, con diferencia, sin duda. Estaba relleno de galleta y venía con fichas de animales que se podían coleccionar. Era tan maravilloso que alguien (algún héroe anónimo) ha creado una página en change.org para que vuelva.

Vía: Buzzfeed