El matrimonio Greletski esperó ansiosamente nueve meses el nacimiento de su pequeño Parker. Pero cuando el pequeño nació, los médicos inmediatamente se alarmaron. La hidrocefalia y la craneosinostosis convirtieron la cabeza del bebé en una enorme bola llena de líquido.
El bebé necesitaba una operación lo antes posible. Los especialistas afirmaron que un caso tan difícil prácticamente no dejaba a Parker con posibilidades de vivir. Sin embargo, los padres del niño decidieron arriesgarse, confiando completamente en la habilidad de los médicos.
En primer lugar, colocaron un drenaje en la cabeza del bebé, para eliminar el exceso de líquido. Ya cuando el bebé tenía seis meses de edad, los médicos comenzaron una serie de operaciones diseñadas para eliminar la deformación del cráneo.
Hoy, Parker, de 20 meses, se recupera lentamente. Al mirar el rostro sonriente del pequeño de pelo rizado, ¡cuesta creer que estuvo en peligro de muerte!
Los doctores con ayuda de 7 operaciones complejas, trataron las malformaciones congénitas del niño.
Es difícil imaginar lo que los padres experimentaron durante estos meses, pero cada paso que daba su hijo en el camino de la recuperación convirtió las emociones de preocupación en alegría. ¡Ahora los orgullosos Greletski no dejan de admirar a su heredero!
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