En la época dorada del fitness, hay dos posturas bien marcadas. Quienes suscriben a un programa de entrenamiento cardio, los adeptos al running y a los ejercicios aeróbicos, y quienes prefieren levantar peso para tonificar sus músculos. En general, este último grupo, a simple vista, parece más afín a los hombres. Sin embargo, quien reavivó el debate es una mujer.
La británica Rebecca Catherine Smith deslumbra con su figura a través de su cuenta de Instagram. En una de sus más recientes publicaciones, compartió una foto del antes y el después. En la imagen, se percibe una notoria transformación de su cuerpo, con los glúteos tonificados y una cintura más pronunciada.
Al posteo lo acompañó un comentario: “Me enfurece que muchas chicas consideren que por levantar una mancuerna se convertirán en machos”. A su vez, aseguró: “Pasar mi entrenamiento de cardio a peso me cambió completamente por dentro y por fuera”.
La publicación superó los 15 mil likes. Algunos de sus seguidores la apoyaron en su postura respecto al cambio de rutina. “Wow, bien hecho. Es muy cierto. Muchas chicas tienen miedo de que sus músculos se vean demasiado grandes por levantar peso”, comentó uno de ellos.
No obstante, otros de los comentaristas rechazaron el desprecio a las rutinas cardio. “Los programas cardio son ideales para cualquier persona porque mejora tu salud cardiovascular, a la vez que crea resistencia, flexibilidad y puede permitir un déficit calórico en el que se pierde el peso”, escribió un seguidor. “Es mucho más complejo que publicar una imagen de cardio vs. peso”, agregó.
Se consultó a Claudia Lescano, licenciada en preparación física y alto rendimiento, para zanjar la polémica. “Un entrenamiento para que sea efectivo tiene que ser integral. Debe contar con cardio y peso”, sentenció.
Hay dos tipos de ejercicios cardio: “Los aeróbicos, o sea con oxígeno, que implican todo lo que es lineal: running, ciclismo, natación, y los anaeróbicos, que implican deuda de oxígeno, que es cuando falta el aire y jadeamos. Es importantísimo implementarlos en la rutina, porque mejoran nuestra capacidad cardiovascular”, explicó.
Lescano remarcó que “cuando el cuerpo necesita combustible se empieza a alimentar de la proteína que dan sus músculos”. Por ello, es habitual que el runner que solo se dedica a correr almacene energía. “Muchas veces, por eso tienen panza”, agregó.
El trabajo de peso, por su parte, presenta beneficios que el cardio no ofrece, pero se retroalimentan. “La contracción muscular segrega una hormona que se llama mioquina, que genera más mitocondrias y nuevos caminos de circulación. El trabajo muscular nos asegura tener un mayor depósito de glucógeno muscular”, explicó. No obstante, el mero levantamiento de pesas puede ser peligroso, porque conduce a la hipertrofia, el agrandamiento muscular desmedido.
La experta en metabolismo aseguró: “Nuestra genética habla mucho a la hora de elegir la forma de entrenar”. Las personas con predominio de fibras blancas prefieren rutinas relacionadas con la fuerza, la potencia y la velocidad, mientras que aquellos con supremacía de fibras rojas están más predispuestos a actividades aeróbicas.
“No hay uno mejor que otro. Quienes hacen puramente cardio lo más probable es que pierdan masa muscular. Una cosa es bajar de peso y otra adelgazar, que es cuando se reduce el porcentaje graso. La combinación de ambos ejercicios es lo que ayuda a disminuirlo”, concluyó.
Vía: Infobae