Al escuchar la palabra “psicópata”, muchas personas se acuerdan de los personajes peligrosos de las crónicas criminales o películas de Hollywood. Sin embargo, enfrentamos a este tipo de personas también en la vida real. Aunque esta desviación sólo se observa en 1 por ciento de la población mundial.
Un equipo de psicólogos de Psych2Go te invitan a auto-observarte a tí y a tu entorno para aprender más sobre el comportamiento humano.
Los psicópatas no conocen sentimientos como compasión, empatía, confianza y perdón. Al mismo tiempo, saben cómo usar la vulnerabilidad de los demás y no les importa si los lastiman.
Estas personas son especialistas en intrigas y manipulaciones. Si algunos manipulan sin querer, sin darse cuenta o con las mejores intenciones, los psicópatas lo hacen únicamente para sacar algún provecho de la situación, disfrutando del proceso.
Los psicópatas suelen ser inconsistentes en sus actos. Ponen sus deseos por encima de todo. Y nunca se hacen responsables de sus errores económicos y malas decisiones. De inmediato culpan a su interlocutor de sus propios errores para sacarlo de quicio.
Aquí observamos el narcisismo en su manifestación más negativa. La seguridad de su propia supremacía en los psicópatas está sazonada con la indiferencia hacia los demás y el sentimiento de grandeza propia muchas veces se basa en ilusiones. Sin embargo, si un psicópata de verdad tiene talento, sus ambiciones increíbles pueden lograr lo imposible.
Las mentiras para ellos son algo común. Tienen facetas múltiples. Los actos de los psicópatas no van de acuerdo con sus palabras. Les mienten a todos y ni siquiera ocultan los hechos.
Los psicópatas pueden ser simplemente encantadores. Y muchas personas no se dan cuenta de que cayeron en la trampa de estos “intelectuales cautivantes”. Te halagan y, de ser necesario, pueden dar un discurso brillante que dejará a todo el mundo encantado. Pero no esperes tener una conversación sincera con ellos.
Las personas de este tipo creen que las normas de conducta, los valores morales y las leyes jurídicas no tienen sentido. Y si no tienen sentido, pueden robar, infringir reglas de vialidad y engañar. Además, les gusta pisar cabezas.
Los psicópatas necesitan sentir adrenalina todo el tiempo. Si no, se aburren. Buscando la nueva dosis de aventuras, pueden ofender a alguien o hacer algo repugnante. Les atraen las situaciones de estrés. La mejor opción para ellos es practicar todo tipo de deportes extremos.
Los primeros ejemplos de bullying se pueden observar desde los primeros años de escuela. Los psicópatas son los que buscan acosar física o psicológicamente a otros niños. Al crecer, los agresores se enfocan en sus compañeros del trabajo o sus vecinos. Sus víctimas, por lo general, son personas amables que no saben decir “no” o personas que provocan envidia al psicópata.
Su sueño es el poder. Todos los psicópatas lo buscan. Pero no se trata de un poder justo, sino parasitario. Se sienten a sus anchas cuando todas las cuerdas están en sus manos y durante todo el día pueden dominar, contratar y despedir a las personas a su antojo, según su estado de ánimo.