Las personas pueden llegar a ser muy crueles cuando conocen a alguien que tiene algún defecto físico o condición especial que los hace verse diferente. Quizás sea miedo a lo desconocido, pero la sociedad no suele reaccionar bien ante personas cuyo aspecto se sale un poco de lo que es considerado normal y atractivo.
Y si bien eso es cierto en nuestra moderna y tolerante sociedad actual imaginemos por un segundo cómo era la vida de las personas con alguna condición especial en la conservadora sociedad del siglo 19, una época en que incluso se debatía si ciertas poblaciones humanas debían tener status de “personas” en el completo sentido de la palabra.
Uno de los casos más conocidos y crueles de maltratos a personas diferentes es el de Julia Pastrana, una joven Mexicana que nació hace casi 200 años con una condición llamada hipertricosis, que causa crecimiento de pelo en casi todo el cuerpo, lo cual motivo a que viviera una vida llena de crueles abusos y tratos inhumanos, principalmente a cargo de su propio esposo.
En 1834 nació en México una niña muy particular
Su nombre era Julia Pastrana, quien al nacer llamó la atención de la comunidad científica por su muy extraño aspecto físico, ante la falta de conocimientos científicos sobre su condición se impuso el mito de que la niña era el fruto de la unión pecaminosa entre un mono y un ser humano
Julia tenía todo su cuerpo lleno de pelo
El pelaje nacía de su espalda e iba en aumento hasta la zona del coxis. Además padecía de una enfermedad bucal que hacía que sus mandíbulas se vieran abultadas, lo cual unido al vello de su rostro cementaron la idea de que se trataba de alguna especie de híbrido entre simio y humano.
La pequeña fue criada como empleada en la casa de una acaudalada familia mexicana
Quienes la tenían en muy alta estima pues la consideraban “modesta, servicial y sin pretensiones“.
La condición que afectaba a esta joven es bien conocida hoy en en día, se llama hipertricosis
Esta rara enfermedad se caracteriza por el crecimiento de vello en todas partes del cuerpo, pero no afecta de ninguna otra manera a quienes la sufren, Julia además sufría de hiperplasia gingival, un crecimiento exagerado de la encía que rodea el diente, lo cual le daba este aspecto “simiesco”
Pero la sociedad de aquel entonces no estaba preparada para entender la condición de Julia
Por lo cual, al crecer se vio degradada a trabajar como fenómeno de circo y en exhibiciones de feria bajo el nombre de “la mujer oso” o “la mujer más fea del mundo”
Se convirtió rápidamente en una de las atracciones más exitosas de las ferias
En 1854 su triste fama la llevó a los Estados Unidos, en una de la exhibiciones fue vista por el famoso médico neoyorquino Alexander B. Mott quien luego de presenciar el acto declaró:
Mientras estaba de gira por norteamérica, llamó la atención del empresario Theodore Lent
El hombre vio un gran potencial económico en ella, así que decidió cortejarla hasta que ella se enamoró y aceptó casarse con él. Pero más que un matrimonio, la vida en pareja supuso la esclavitud para Julia, ya que Lent la obligó a hacer una gira por europa que resultaría muy lucrativa para el empresario
Para hacer más atractivo el espectáculo, Lent le enseñó a Julia.a cantar y bailar,Ella, por su parte, aprendió a leer y escribir en 3 idiomas, ya que le apasionaba estudiar nuevas lenguas, a pesar de que Lent siempre la presentó como una especie de salvaje.
El 1959 Julia Pastrana quedó embarazada de Lent
Cuando su esposo se enteró vió una nueva oportunidad de aumentar sus riquezas y se dedicó a vender entradas para presenciar “en vivo” el parto de Julia.
Julia dio a luz a un varón con el mismo aspecto de su madre
El pobre bebé sólo sobrevivió dos días, la misma Julia lo acompañaría a la tumba 3 días después. Pero Lent no permitiría que se les fuera de las manos su pequeña mina de oro, volvió a cobrar entradas para presenciar “El último suspiro de Julia Pastrana” y luego de su fallecimiento mandó a momificar ambos cuerpo para venderselos a la Universidad de Moscú.
La Universidad también hizo negocio del aspecto de Julia y empezó a cobrar por “visitas públicas científicas”
Esto llegó a oídos de Lent quien no iba a desaprovechar una oportunidad económica y haciendo uso del certificado de matrimonio reclamó los cuerpo de “su familia”
Una vez recuperados los cuerpos montó una nueva exhibición
Clavó los cadáveres a una plataforma para pasearlos por ferias y museos. Vistio a Julia como un bailarina rusa y a su hijo como una pequeño marinero.
Mientras Lent se encontraba de gira con su “familia” embalsamada por Suecia, escuchó hablar de un circo donde presentaban a una mujer barbuda
Lent inmediatamente se interesó en la mujer e intentó cortejarla con flores, bombones y cartas de amor donde decía que le recordaba a “su difunta esposa”.
La chica cayó ante los encantos del empresario y finalmente contrajo matrimonio con él
Una vez casado, Lent comenzó a mostrar a su nueva esposa como “La hermana desaparecida de Julia Pastrana“, mientras alquiló los cuerpos de su familia embalsamada a un museo.
En 1880, luego de una vida de manipulación y mentiras, Theodore Lent perdió la razón
Fue ingresado a un asilo donde moriría poco tiempo después. Su nueva esposa reclamó los cadáveres embalsamados de Julia y su hijo como herencia, los cuales vendió y desapareció para siempre.
Los cadáveres cambiaron de dueño varias veces más hasta que en 1973 el obispo de Oslo decidió cancelar la exhibición y darle cristiana sepultura a los cuerpos
Sin embargo esto nunca sucedió, las momias terminaron olvidadas en alguna bodega. El cadáver de Julia Pastrana fue visto por última vez en 1990, en un sótano del instituto Forense de Medicina de Rikshopitalet en Oslo.
Como dato curioso, en 1963 se estrenó el filme “La Donna Scimmia” (La mujer mono) del cineasta italiano Marco Ferrer, pero no tuvo mucha aprobación por la crítica ni el público
Sin duda que la historia de Julia muestra como pueden ser de abusivas y crueles las personas cuando se enfrentan a lo desconocido. ¿Conocías esta historia? Déjanos saber tu opinión en los comentarios