Mientras investigaba en las junglas de Honduras, el explorador de Nationa Geogrpahic Jonathan Kolby se tropezó con el intento más cercano de la naturaleza de crear al querido Pokémon amarillo, Pikachu: la araña Micrathena Sagittata.
Esta araña hallada en Honduras, tiene la parte posterior del abdomen con marcas de color amarillo brillante que terminan en dos largas espinas traseras con puntas negras. A los lados de esta estructura parecida a Pikachu se pueden ver filas de espinas bastante más amenazantes que la adorable criatura dibujada.
El resto del cuerpo de la araña es de un color rojizo brillante, casi parecido al de una hormiga.
Micrathena Sagittata
Cuando Kolby vio por primera vez a la Micrathena en su centro de investigación en el parque nacional de Cusuco, los rasgos caricaturescos de la araña fueron lo primero que notó. “¡Esas protuberancias afiladas y excepcionales en su abdomen me llamaron la atención de inmediato!”, escribió en un email.
Aunque este viaje a Honduras fue la primera vez que un especialista en anfibios ha visto a esta araña, las Micrathenas con forma de flecha se distribuyen por toda Norteamérica y son muy comunes en Estados Unidos. Sin embargo, pueden ser difíciles de ver, ya que son muy pequeñas. Las hembras, que suelen tener el doble de tamaño que los machos, pueden crecer hasta un centímetro (patas incluidas).
Su abdomen amarillo, que solo se da en las hembras, suele llamar la atención. Los científicos creen que esto podría ayudar a la araña a cazar insectos.
Un estudio de 2002 publicado en la revista Ecological Entomology describía a una araña australiana con un abdomen negro y amarillo, y demostró que sus colores brillantes podrían ayudarla a atraer a sus presas.
Empleando un rotulador negro, los investigadores «quitaron» el color amarillo brillante de la espalda de la araña. Las arañas cuyos colores habían sido ocultados de esta forma tenían de media menos éxito a la hora de capturar a sus presas.
Al igual que las Micrathenas con forma de flecha, las arañas australianas son depredadoras que prefieren «sentarse y esperar» que atrapan a sus presas en grandes telarañas.
Aunque el color amarillo intenso podría atraer a las presas, las espinas mantienen a raya a los depredadores. Kolby explicó que las espinas podrían dificultar que animales como las aves se traguen a las pequeñas criaturas.
Cuando Kolby descubrió a la araña en Honduras, esta descansaba en una telaraña suspendida sobre el suelo. Sacó la foto y la dejó en paz, sin llegar a atraparla.