Comer es desde lejos uno de los mayores placeres de la vida. ¿A quién no le gusta una buena barra de chocolate de merienda o una enorme hamburguesa de cena? Claro está que cuando se trata de comer, algunas veces podemos ser desconsiderados con nuestros cuerpos.
Entendemos que la comida es deliciosa y que algunos platillos se deberían repetir, sin embargo, comer en exceso puede causarnos serios problemas de salud: desde enfermedades cardiovasculares, hasta sobrepeso. Y todos sabemos que esta última causa serios inconvenientes.
Por supuesto, el hábito del buen comer nos ayuda a mantenernos en forma, mientras degustamos fabulosos platillos. A continuación, te presentamos 10 sencillos trucos que te ayudarán a perder esa mala costumbre de asaltar el refrigerador por las noches, para así quemar la grasa de tu espalda en un santiamén.
1. Desayuna huevo.
El desayuno es la comida más importante del día, puesto que es la que nos provee toda la energía que necesitaremos para poder funcionar apropiadamente. Por eso, jamás es sano que te saltes este alimento, ya que de lo contrario te sentirás cansado y tendrás impulsos de querer asaltar el refrigerador no sólo por las noches, sino durante el día entero.
Ahora bien, algo que jamás debe faltar en tu desayuno es el huevo.
¿Y por qué huevo?
Los huevos ayudan a adelgazar, ya que te llenan 2 veces más rápido que la avena o el pan, por lo que reducen la sensación de hambre y antojos. Además de que te brindan las calorías necesarias para las 24 horas. Otro punto a su favor, es que te proporcionan proteínas, por lo que es fantástico si quieres desarrollar músculos.
2. Dile NO a los alimentos “seductores”.
Es natural que consigas productos deliciosos y ricos en grasa en los supermercados, pero lo mejor es decirle NO a esos alimentos. De esa manera no deberás poner a prueba tu fuerza de voluntad, puesto que no tendrás golosinas ni chuches de qué antojarte por las noches.
Con esto no estamos diciendo que no comas algún postre o dulce.
Puedes hacerlo de vez en cuando, sin embargo, al no tenerlos en casa, tu tentación será menor y su consumo reducirá así como la grasa de tu cuerpo. Y si te provoca algo, prueba una opción más saludable, como una ensalada de fruta.
3. Evita las calorías vacías.
¿Donde están esas calorías vacías? En la comida frita, comida rápida, gaseosas, ensaladas grasosas, panecillos y hasta en el alcohol.
Evitando esas comidas llenas en carbohidratos rápidos, perderás los impulsos de querer buscar aperitivos nocturnos.
Existen muchos platillos deliciosos y saludables que puedes hacer desde casa. Tan sólo basta con hacer una pequeña indagación por Internet para hallarlos.
4. Reduce la cantidad de sal.
Esto será una bomba para muchos: la sal y las especias te hacen sentir más hambre. ¡Así es! Por lo que terminas comiendo más de lo necesario. Además, el consumo excesivo de sal puede ocasionar serios problemas de salud.
Puedes intensificar el sabor de tus platillos probando opciones naturales.
Tales como la cebolla, el ajo y las hierbas. ¡Así quedará delicioso y sin sentirte culpable!
5. Come brócoli.
El brócoli es maravilloso. Además que es delicioso y saludable, también te hace sentir lleno, por lo que tienes menos impulsos de querer asaltar tu refrigerador.
Puedes agregar este delicioso vegetal a tus ensaladas nocturnas.
Así te podrás ir a la cama con tu barriguita llena.
6. Haz ejercicio.
Hacer alguna actividad física diariamente es fabuloso para el cuerpo. Además que te brinda energía y hace que liberes todo el estrés que llevas dentro -todos sabemos que el estrés engorda-, también hace que quemes calorías a lo loco.
Tómate 30-60 minutos diarios para realizar alguna actividad y notarás grandes cambios.
Puedes comenzar con caminatas matutinas o puedes inscribirte en algún gimnasio para ejercitarte con las máquinas. No obstante, siempre ten en cuenta la resistencia y capacidad de tu cuerpo, sube poco a poco la intensidad de los ejercicios para adaptarte a ellos.
7. Refréscate.
Irónicamente, las altas temperaturas hacen que engordes. Con esto no estamos diciendo que el calor hará que aumentes de peso inmediatamente, no obstante, provoca que sientas ganas de comer frecuentemente.
Puedes “congelar” esos ataques de hambre con una buena ducha fría.
Además, se han comprobado que a 17°C se queman 7% más calorías que durante los días de calor.
8. Bebe agua mineral.
El agua es esencial para la vida, por eso debemos aprovecharla todo el tiempo. Por lo regular, confundimos la sed con el hambre, por lo que terminamos comiendo algo, cuando en realidad necesitábamos era tomar un poco de agua.
Te recomendamos tener siempre una botella de agua mineral a tu alcance.
Así podrás beber agua cuando quieras sin tener que abrir el refrigerador. Además, es altamente recomendado tomar al menos 2 litros de agua diario, ya que hace que tu metabolismo se acelere, por lo que bajas de peso mucho más rápido.
9. Cepíllese los dientes.
Cepillarte los dientes por la noche no sólo te ayuda a tener dientes sanos, sino también a bajar de peso. Y es que cada vez que nos cepillamos, nuestro cerebro lo toma como una señal de que no habrá más comida.
Además, el sabor de menta y mentol hacen que te parezca menos atractiva la idea de comer algo.
10. Duérmete antes de las 11:00.
Dormir apropiadamente es muy importante para nuestro cuerpo, ya que es ahí donde recargamos todas las baterías. Sin embargo, dormirte temprano te ayuda a evitar tener “atracones” nocturnos.
Además, se ha comprobado que por cada hora adicional de sueño, se reduce el consumo de calorías durante el día en un 6%.
Ya lo sabes: duérmete temprano y despiértate tarde.
Si no lograste poner en práctica las 10 técnicas en el primer día, no te sientas mal.
Recuerda que para cambiar un hábito se requiere de práctica y perseverancia. Pero seguir intentándolo te ayudará a obtener ese cuerpo que tanto deseas.