No hay nada que le ponga los pelos de punta a una mujer como que los hombres la acosen por la calle. Noa Jansma tiene 20 años y estudia en Amsterdam, y como muchas de nosotras, estaba harta de piropos desagradables y hombres persiguiéndola, así que decidió hacer algo al respecto. Durante el mes de septiembre, se hizo un selfie con cada baboso que no quiso dejarla en paz, y lo subió a instagram, junto con lo que estos le decían.
¿Y qué dicen las fotos? Juntando las muecas insensibles y desvergonzadas de los acosadores junto a su propia expresión de hartura que tan familiar es, Jansma muestra al mundo lo frecuentes, reales e inquietantes que son estas experiencias para mujeres en todo el mundo. Aunque ella consigue ponerse por encima de ellos documentando sus acciones y mostrándolas para que todo el mundo las vea. Su propio experimento ya ha terminado, pero la página de instagram @dearcatcallers está abierta para que otras envíen sus fotos en estas situaciones, con la esperanza de crear un diálogo global sobre las luchas a las que se enfrentan las mujeres como colectivo.
Desde el 1 de enero de 2018, este tipo de acoso callejero será castigado por la ley en Holanda, y los “piropeadores” podrían recibir multas de hasta 190€. Si el valiente proyecto de Jansma sigue adelante haciéndose viral, quizá más países sigan el ejemplo holandés.