Las lanzaron junto a otros 100 criminales a una fosa común.
En la prisión de Strangeways, Manchester, Inglaterra, hay muchos mitos circulando acerca de su calidad de lugar embrujado ¿porque qué mejor lugar que una cárcel para hablar sobre sufrimiento y almas en pena?. Desde 1861 había 5 crímenes que eran castigados con pena de muerte, y cualquiera que cometiera traición o asesinato tendría que asumir las consecuencias.
De las 100 personas ejecutadas en Strangeways, cuatro eran mujeres, las cuales murieron ahorcadas y enterradas en una fosa común junto a los otros 100 criminales. Estas son sus historias:
1. Mary Ann Britland
Traabjaba en una fábrica y en un bar. Asesinó a su marido, a su hija y a su yerno con veneno para ratas, en lo que se presume que fue un crimen pasional. Fue ahorcada el 9 de agosto de 1886. Cobró los miserables seguros de vida de 10 libras cada uno.
2. Louie Calvert
Trabajaba como ama de casa. Golpeó hasta la muerte a dos de su ex jefes y les robó las botas a ambos. Fue ejecutada el 24 de junio de 1926.
3. Margaret Allen
Margaret “Bill” Allen, un joven transexual -bastantes años antes de que se conociera siquiera el término, o no fuera patologizado- que fue ahorcado en el 12 de agosto de 1949 por matar a martillazos a su vecino. Aparentemente, la muerte de su madre años antes lo dejó trastornado.
4. Louisa May Merrifield
Envenenó a su jefa de 74 años para poder quedarse con su mansión de más de 70 mil dólares, luego de haberla convencido de que la incluyera en su testamento. Fue ejecutada el 18 de septiembre de 1953.
Su marido donó sus pertenencias a Madame Tussaud, un museo de cera que crea réplicas de personajes famosos ingleses. Louisa May es considerada “La Viuda de Blackpool”.
